La Paz, (Hora 25).- El experto Zapata ve contradicciones en la construcción de plantas de extracción de licuables, anunciada por el presidente de YPFB, Carlos Villegas, porque se quiere construir una planta en Río Grande para secar máximo 5.66 MMm3/ día cuando actualmente estamos enviando al Brasil alrededor de 31.5 MMm3/día, y otra en el Gran Chaco para tratar 35 MMm3/día cuando ahora solo se está exportando a la Argentina entre 4 y 5MMm3/día.
Para el experto desde un punto de vista económico es importante destacar, que secando 5.7 millones de m3 de gas se obtendrán hasta 361 t/día de GLP y 596 barriles/día de gasolinas, información que ha sido confirmada por el gobierno.
Sobre esta base, los cálculos muestran que las pérdidas para el país por no secar todo el gas, alrededor de 35 millones de metros cúbicos que se exporta tanto al Brasil como a la Argentina, ascienden a por lo menos a 500 millones de dólares anuales.
Las pérdidas se generan en vender el GLP y las gasolinas como energía en lugar de venderlos a los precios que tienen en el mercado internacional.
Sin embargo, según el presidente de YPFB, Carlos Villegas, Petrobras y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) acordaron un pago de $us 320 millones por el “gas rico” boliviano que la empresa brasileña importó en las gestiones 2008-2009, es decir un promedio de 160 millones de dólares por año. Este desembolso se hará en los próximos meses y es el segundo que realiza la petrolera brasileña, según Villegas.
Brasil debiera pagar a Bolivia por los líquidos 720 millones de dólares
Desde 1999, Petrobras exporta gas boliviano a los centros industriales de Brasil con componentes húmedos (Gas Licuado de Petróleo (GLP), gasolinas naturales y otros componentes utilizados en la petroquímica) por los cuales paga como energéticos y no como GLP y gasolina que tienen mayores precios.
El análisis es que si el gobierno de Evo Morales le cobraría a la transnacional los componentes licuables de la totalidad del flujo (31.5 MMm/día) que se exporta a este país a precios que buscó imponer a los bolivianos, de Bs 6.47 por litro de gasolina y de Bs 67.5 por una garrafa de 10 kilos de GLP, que se van con el torrente de gas, el país cobraría 720 millones de dólares anuales adicionales por estos componentes y no 160 millones por año como establece Carlos Villegas.