ANÁLISIS REVELA MÍNIMA INVERSIÓN PERO EXORBITANTES GANANCIAS DE LAS PETROLERAS

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Otro de los secretos mejor guardados: Cuánto se llevan del país las trasnacionales de Bolivia.

-Auditorías Petroleras revelan que las transnacionales no declaran cifras fidedignas sobre sus inversiones en el país.
-Petroleras se quejan de la inexistencia de seguridad jurídica pero desde el 2005 hasta el 2010 se endosaron $us 5500 millones.
-La movilización de octubre de 2003, aunque no hubo una verdadera nacionalización de los hidrocarburos, le dio al país extraordinarios recursos.

Nelson Vila Santos

La Paz, 23 Ene. (HORA 25).- La propaganda oficialista difunde profusamente que el ingreso nacional, por concepto de hidrocarburos, de un promedio de $us 170 millones (durante las gestiones 1997-2004) para el año 2010 dio una salto de $us 1700 millones, un salto de un mil por ciento, sin embargo, la difusión de esas cifras oculta las exorbitantes ganancias percibidas por las transnacionales petroleras, a pesar de que durante la actual administración (2006-2010) las mismas redujeron sus inversiones y sólo se dedicaron a explotar el recurso natural que en su mayor parte fue descubierto por la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Un análisis de la Unión Nacional de Defensores de los Recursos Naturales de Bolivia (UNADERENA) respecto a las inversiones hechas por las petroleras, según fuentes oficiales, frente al cálculo de ganancias percibidas por las mismas desde el 2005 hasta el 2010, demuestra sin lugar a dudas que las transnacionales recibieron ingentes cantidades de recursos por la explotación y exportación del gas natural y petróleo.

“Las petroleras pese a tener nuevos contratos aprobados por el Congreso Nacional por unanimidad entre la oposición y oficialismo en octubre de 2007 que le permiten quedarse en el país por 30 años más, se quejan a nivel internacional sobre la falta de seguridad jurídica, pero no expresan ninguna queja de las exorbitantes ganancias que se llevan del país”, asegura un documento de UNADERENA.
Añade que el salto de ingresos millonarios para el país no hubiera sido posible si el pueblo boliviano no se movilizaba en octubre de 2003, suceso histórico conocido como “la guerra del gas”, que obligó al poder político (partidos tradicionales) y al poder económico (transnacionales) a aceptar nuevas reglas de juego con la creación de Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) de un 32 por ciento de los ingresos brutos que hoy son distribuidos entre prefecturas, municipios y universidades.

En la gráfica se muestra que si el pueblo boliviano, liderado por la ciudad de El Alto, no se hubiese movilizados hasta el límite de sacrificar la vida de 65 personas y más de 400 heridos, el nivel de ingresos para el país hubiera llegado a un máximo promedio de $us. 500 millones anuales y el resto iba a pasar directamente a las arcas de las transnacionales.

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Superganancias, mínima inversión

Según la información proporcionada por el experto Justo Zapata, miembro de UNADERENA, YPFB percibe el 50 por ciento de los ingresos hidrocarburíferos consistente en regalías, IDH y participación Tesoro General de la Nación (TGN); el restante pasa a la petroleras, según los contratos, bajo la modalidad de costos recuperables (variable contable inexistente en el mundo petrolero) y utilidades, que prácticamente, con algunas diferencias también alcanzan al 50 por ciento.

Gracias a la información proporcionada por YPFB, Zapata revela que las petroleras recibieron ganancias que en algunos casos llegaron a tres veces los niveles de inversión. En el año 2005 dichas firmas invirtieron $us. 246 millones y percibieron 377 millones. Para el 2006 su situación fue mejorando de 274 millones recibieron 790 millones. En la siguiente gestión de 299 millones triplicaron sus ganancias hasta llegar a los 900 millones. El 2008 invirtieron 384 millones y se llevaron del país 1068 millones. En la siguiente gestión subieron sus inversiones a 612 millones y recibieron cerca de 1100 millones. Para el año pasado sus datos consignaron los 800 millones de inversión y 1280 millones de ganancia.

En resumen con una inversión de $us. 2620 millones en el período 2005-2010 recibieron 5.551 millones, el doble, pese a las quejas y denuncias de que en Bolivia “no se respeta a la inversión privada y no existe seguridad jurídica”.

Auditorías petroleras: inversiones en duda

En la parte de conclusiones y recomendaciones del Informe Final de las Auditorías Realizadas a las Empresas Petroleras de julio de 2006-marzo 2007, realizado por la Unidad de Fiscalización, Seguimiento y Control dependiente del Ministerio de Hidrocarburos y dirigido por Enrique Mariaca Bilbao, señala expresamente que “Los compromisos de inversión de las empresas capitalizadas (Chaco, Andina y Transredes) no se cumplieron por parte de las operadoras”.

Seguidamente añade: “Se debe realizar anualmente auditorías para tener un mejor control de las inversiones y evaluaciones de las reservas. Se ha constatado que las auditorías externas encargadas por las empresas petroleras son poco confiables, parcializándose las mismas con los intereses de las petroleras”.

La causa de estas dudas razonables sobre las inversiones se basa en que las transnacionales declararon inversiones de $us 3.047 millones, sin embargo, sobre la base de los informes finales de auditoría, la Unidad de Seguimiento, demostró que las empresas sólo invirtieron, desde 1995 hasta el 30 de abril de 2006, 2288 millones, pero efectuados los ajustes de auditoría y descontando la amortización efectuada por las operadoras dejaron inversiones de 1754 millones.

Entonces, cómo podemos confiar en que los datos de las petroleras son los correctos, cuando el gobierno y la actual YPFB Corporación, un fantasma de lo que fue la estatal fundada en 1936, muestran cifras de inversiones, sin haber hecho verdaderas auditorías a su trabajo en el país.

En el caso de los megacampos el Informe Final de las Auditorías, detalla que: “La auditoría de Petroconsult del campo San Alberto, demostró que al 30 de abril de 2006, la utilidad neta obtenida hace posible pagar todas las inversiones y dictar la tercera nacionalización efectica”. Añade: “Esta situación se repetiría para todos los megacampos. Así lo demostramos en el cálculo que efectuamos”.

FUENTE GRÁFICO: Mauricio Medinacelli

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