DEBATE: EL COSTO DE PRODUCCIÓN DE UN BARRIL DE PETRÓLEO EN BOLIVIA ES DE UN DÓLAR

Facebook
WhatsApp
Telegram
Para el gobierno oscila entre los 58 y 60 dólares

– Gobierno dice que en Bolivia cuesta entre 58 y 60 dólares. Sin embargo, el cuarto informe del Delegado Presidencial, hoy desaparecido, Juan Carlos Virreira, conmocionó a los boliviano y demostró que los costos unitarios de producción de un barril de petróleo en Bolivia son los más bajos que los de otras 200 empresas del mundo cuya media es de $us 5.85 dólares. En el caso de Chaco (hoy YPFB-Chaco) se situaban en $us 0,97 y en el de Andina (hoy YPFB-ANDINA) en $us 1.
– El gobierno se aferra a una política errática en el sector de los hidrocarburos al mantener como presidente interino de YPFB a Carlos Villegas.

Nelson Vila Santos

La Paz, 26 de Enero. (HORA 25).- El gobierno de Evo Morales para salvar de responsabilidad a las empresas petroleras por el artero “gasolinazo” asegura que en el país la producción de un barril de petróleo oscila entre los 58 y 60 dólares, un precio casi diez veces superior a la media internacional de 5.6 dólares, 58 veces el costo de producción conseguido en Bolivia, hecho ampliamente demostrado a finales del 2003 por el Delegado de la Revisión de la Capitalización, Juan Carlos Virreira (+), quien posteriormente fue renunciado por Carlos Mesa por presión de las transnacionales.

Las aseveraciones gubernamentales son la prueba más clara de que en el país no hubo un verdadero proceso de nacionalización de los hidrocarburos, por el contrario, vivimos una prolongación con -matices estatalizadores- de la política energética neoliberal iniciada por los partidos de derecha encabezados por Sánchez de Lozada, el cual entregó el negocio del siglo, la exportación de gas natural a las petroleras y destruyó YPFB Operativo para evitar cualquier tipo de competencia estatal. Hasta el momento ambas medidas se mantienen inalterables pese a toda la campaña propagandística gubernamental, pero fue develado por la imposición del “gasolinazo” y su retroceso.

En conferencia de prensa de 1 de enero, el presidente Morales reveló angustiado: “Con el precio actual (del barril de petróleo, 27 dólares en el mercado interno) ningún socio puede invertir para sacar más petróleo; ése es el tema de fondo”, ni siquiera es rentable para YPFB. Con esta afirmación hecha por tierra todas las demás argumentaciones, empezando por el manido tema del contrabando de carburantes (“desangre”) a los países vecinos que ocasionará este año una pérdida para el país de 1000 millones de dólares y causó durante los cinco años de la actual administración 1500 millones de dólares.

La solución para Morales es la siguiente: “La única forma de incentivar (las labores hidrocarburíferas de exploración de crudo) es que se pague el precio internacional (del barril de crudo)”. En otras palabras, empezar con 59 dólares con el gasolinazo y como el propio ministro Luis Arce Catacora aseveró: “ir subiendo paulatinamente el precio del petróleo hasta llegar a los niveles internacionales que hoy superan los 90 dólares”.

Morales –según la edición de La Razón del 2 enero de 2011- deslindó su responsabilidad sobre lo que pueda pasar en adelante en Bolivia, de persistir la subvención. “Salvo mi responsabilidad ante el pueblo boliviano, de cuidar la economía nacional”. El mandatario se lavó las manos y en un sentido de alejamiento total del sentimiento y realidad del pueblo boliviano, prácticamente reveló que vive en una urna de cristal sin escuchar a la nación, a pesar de su discurso de mandar obedeciendo.

En síntesis, la ulterior crisis económica y energética avisorada por el mandatario, recaerá en las espaldas del pueblo boliviano, pero no será por la pésima administración del gobierno y su política hidrocarburífera. Será responsabilidad de todos los bolivianos.

En contradicción a la historia exitosa de YPFB y de los análisis de expertos nacionales, el vicepresidente Alvaro García Linera por medio de las ondas de BoliviaTV, en una extensa entrevista, mencionó que en “Bolivia producir un barril de petróleo cuesta entre 58 y 60 dólares” y nos dice de refilón que YPFB no puede asumir ese trabajo de exploración porque el proceso de capitalización la dejó “pelada”, sin profesionales “querendones de la patria”.

UN PATRIOTA: JUAN CARLOS VIRREIRA

El segundo gobierno de Sánchez de Lozada (2002-2003) nombró a Juan Carlos Virreira como Delegado Presidencial de Revisión de la capitalización con el fin de rectificar sus errores en la entrega del patrimonio nacional. Una medida propagandística, como la de otorgarle a Mesa un poder extraordinario de lucha contra la corrupción que quedó sin efecto por el caso Macororó. Puro discurso y nada de realidad.

Sin embargo, el profesionalismo y patriotismo de Virreira servidor público le llevó a iniciar una amplia investigación sobre la nefasta gestión del capitalizador Alfonso Revollo, sobre cuyas espaldas pesan una infinidad denuncias de hechos irregulares descubiertas por el delegado.

Entre las diversas revelaciones, que causaron un revuelo en la conciencia nacional, demostró en su cuarto informe sobre la capitalización –uno de los más importantes-, que los costos unitarios de producción de un barril de petróleo son los más bajos que los de otras 200 empresas cuya media es de $us 5.6 dólares y en el caso de Chaco (hoy YPFB-Chaco) se sitúan en $us 0,97 y en el de Andina (hoy YPFB-ANDINA) en $us 1. En ese entonces, las petroleras sin ninguna demostración documental y sólo con declaraciones maliciosas buscaron cerrar la polémica.

Entre ellos, Arturo Castaños, ex presidente de YPFB y director de relaciones institucionales de Petrobras, espetó contra Virreira y dijo que deberían ser personas ligadas con el sector petrolero los encargados de llevar adelante la investigación para poder ofrecer datos concretos sobre la operabilidad de las empresas.

Esta actitud nos hace recuerdo a las aseveraciones de García Linera cuando desvirtuó el resultado de las auditorías petroleras encargadas por el D.S. 28701, al sostener que las mismas fueron hechas por “antropólogos” y “gente improvisada”, soslayando que participaron de las mismas más de 200 profesionales nacionales y extranjeros al mando del patriota Enrique Mariaca Bilbao.

Desde el gobierno de Mesa, el entonces Superintendente de Hidrocarburos, Guillermo Torres, dijo en relación al informe de Virreira que el tema “está en un nivel político”, por lo que no opinaba al respecto. El titular del sector, Alvaro Ríos, hoy analista petrolero a favor de las petroleras, aseveró que analizaría el informe del Delegado para formarse una opinión. Hasta el momento, el país sigue esperando su respuesta.

PODER PETROLERO DESPIDE A VIRREIRA

Las presiones del poder petrolero frenaron la posibilidad de otorgar más datos sobre el rendimiento de las capitalizadas en Bolivia con la destitución de Virreira, quien dejó el cargo a Francesco Zaratti, personaje que tuvo una actuación lamentable y antipatriótica en la investigación sobre la entrega del pozo San Alberto a Petrobrás.

Según declaraciones de Virreira a radio Fides, las empresas petroleras “son empresas muy poderosas, son empresas con mucho dinero, son muy poderosas ellas” para cuidar sus intereses.

SERVILISMO GUBERNAMENTAL A LAS TRANSNACIONALES

Otra autoridad que sufrió el rigor del poder petrolero es el ex ministro del sector Andrés Solíz Rada, quien fue renunciado por el gobierno del MAS, específicamente por García Linera, al intentar recuperar un poco de soberanía sobre nuestros hidrocarburos en la refinación frente a Petrobras.

Para retratar el tipo de políticos entregados a los intereses extranjeros que hoy dirigen el país junto al Presidente, Soliz aseveró en su mensaje de renuncia: “Otro de los elementos es el tema del complejo, de que no se puede hacer nada en el país porque se pueden enojar las petroleras. Y eso a mí me llamó la atención que la empresa Enron estuviera enjuiciada en 46 partes del mundo, en 46 países del mundo y en Bolivia no”. La Enron se fue del país recibiendo del gobierno un premio de más 240 millones de dólares, dejando una estela de juicios y deudas al Estado por cerca de 460 millones de dólares.

ESCASEZ DE INFORMACIÓN

El principal pecado de Virreira fue demostrar los costos de producción de un barril de petróleo y denunciar que dichas firmas, principalmente (Chaco y Andina), no entregan información al Estado, como lo hacen en otros países del mundo. “Yo creo que no les ha gustado el entregar de forma masiva la información. Yo públicamente les dije que si tenían alguna observación a las cifras se las podría contrastar, pero lo que yo percibo en las empresas sobre todo en las dos capitalizadas (Andina y Chaco) es un desdén a la población boliviana. En cualquier parte del mundo se pueden dar datos de las empresas a la ciudadanía, en Bolivia hay escasez de información”, manifestó Virreira.

El ocultamiento de información no ha cambiado, recordemos al insigne patriota Enrique Mariaca que al momento de realizar las auditorías petroleras batalló y presionó por datos fidedignos de las petroleras.

Podemos afirmar que hasta el momento las firmas extranjeras no entregan información real sobre la explotación de los campos hidrocarburíferos. Luego de la firma de los leoninos contratos con las petroleras, aprobados por unanimidad por el MAS y PODEMOS, en abril de 2007, el estado se comprometió a realizar auditorías para determinar la devolución de los costos recuperables (otra invención transnacional cuyos parámetros exceden las normas internacionalmente establecidas para el mismo), pero esa información auditada al momento es desconocida.

TRANSNACIONALES SE APODERAN RESERVAS A PRECIO CERO E INCUMPLEN CONTRATOS

Desde su creación en 1937, YPFB demostró ser la mejor empresa petrolera regional, tanto es así que en 1954 obtuvimos, antes que ningún otro país la suficiencia energética, no dependíamos del petróleo extranjero, incluso fuimos un país exportador del oro negro.

Todo gracias a la sapiencia de técnicos cien por cien nacionales sin necesidad de “socios estratégicos”.

Sin embargo, la traición del MNR con el Código Davenport hizo tambalear la industria estatal hasta la segunda nacionalización (1969), cuando echamos a la Gulf Oil y nos apoderamos del negocio de venta de gas a la Argentina.

Con la capitalización, según el resultado de las auditorías petroleras, ocultas hasta el momento por decisión gubernamental, “se ha verificado que las empresas petroleras en el año 1997 recibieron importantes reservas hidrocarburíferas de reservas probadas remanentes de hidrocarburos cedidas a 6 operadoras, en especial a las empresas capitalizadoras (Chaco y Andina), la valoración de dichas reservas alcanzan los MM$us 4.026.Si se adicionan las reservas probables del año 1997, el Estado boliviano cedió un valor de MM$us 5.140”. Es decir que las petroleras se apoderaron de 165 millones de barriles de petróleo y de gas 5,96 trillones de pies cúbicos de gas a precio cero.

PETROLERAS NO MANTUVIERON RESERVAS

En fecha 10 de abril de 1997 al realizarse el cierre de las operaciones de YPFB y su traspaso, mediante un contrato de accionistas con las empresas Chaco SAM y Andina SAM en lo referente al manejo de las reservas entregadas, el contrato de accionistas mencionaba en su Art. 7.3 que “las reservas cuantificadas para el año en curso deben ser mayores o por lo menos iguales a las del año anterior”, dice el documento. Esto no cumplieron las transnacionales.

“(…) las empresas Chaco SA y Andina SA mes a mes se beneficiaron del petróleo y gas comercializado en el mercado interno como en el externo, y cuyos valores significaban un apoyo extraordinario a las inversiones comprometidas de ambas empresas; y por lo tanto, al haberse establecido que año a año no cumplieron con ese requisito esencial de mantener un nivel óptimo de reservas de petróleo y gas, significó que su esfuerzo tecnológico fue muy escaso, pues al cabo de varios años Chaco apenas descubrió reservas de una vigésima parte de las recibidas, mientras que Andina contribuyó con mucho menos reservas, al punto que las reservas originales fueron agotadas”, dice el informe que recomienda la inmediata nacionalización de ambas empresas por incumplimiento de contratos y no haber descubierto nuevos reservorios de gas y petróleo.

Actualmente, sólo Chaco pertenece al Estado, aunque en un estatus jurídico de Sociedad Anónima la hace privada y no del pueblo de Bolivia. YPFB Andina es controlada por REPSOL YPF, aunque el gobierno lo niegue.

MEGACAMPOS

La misma auditoría señala que YPFB exploró yacimientos a mas de 4.400 metros, y
descubrió reservorios con la particularidad de estar a altas presiones y ser altamente productivos en gas natural acompañado de petróleo liviano y condensado.

El primer pozo descubierto fue Bermejo X44 en el sur de Tarija y en una de las Serranías del Sub andino en el año 1982. Sobre esta base, seguidamente la estatal investigó y perforó el pozo San Alberto en la Serranía de Aguarague, a la altura de Villamontes, cuyo pozo descubridor fue el San Alberto Nº 9, encontrando a una profundidad de 4.518 metros otro yacimiento de condensado de alta productividad en el año 1990. En septiembre de 1993, YPFB descubrió otro yacimiento de condensado en la estructura de Bulo Bulo del departamento de Cochabamba.

Recordemos que San Alberto, gracias a Zaratti, fue consolidado a favor de PETROBRAS por 12 millones de dólares, cuando genera 70 por ciento de las exportaciones de gas natural al Brasil valuadas en 2.500 millones de dólares.

“YPFB en base a la información geológica disponible reinterpretó esta amplia cuenca de gas
condensado, determinando la presencia de 5 líneas estructurales profundas de esta cuenca gasífera, con más de 45 altos estructurales, y con posibilidades de hallar otras acumulaciones
de condensado de gas”, señaló Enrique Mariaca.

Como se menciona, estos campos fueron descubierto por YPFB y las empresas petroleras que se adjudicaron esas estructuras, concretamente de la región vecina a Villamontes, no realizaron la costosa tarea exploratoria que es normal en la industria antes de descubrir un yacimiento productivo; tan solo utilizaron métodos sismológicos para la elección del mejor lugar para perforar. Ese fue el caso de San Antonio (Sábalo), Margarita, Itau e Incahuasi”, sentencia el Informe Final de las Auditorías Petroleras. Entonces, ¿cuál fue el aporte de las transnacionales a las reservas?Ninguno.

VOLVER A UN YPFB OPERATIVO

Las estadísticas mundiales de la tarea exploratoria indican que de cada 10 pozos perforados en
cuencas, resulta un pozo descubridor de yacimientos. En el caso de Bolivia, esta estadística señala que de cada 7 pozos exploratorios uno solo es descubridor. Esta información contenida en las auditorías no sólo destaca las bondades naturales de nuestros reservorios sino el gran profesionalismo y éxito de un YPFB operativo y 100 por ciento boliviano al momento de iniciar el largo proceso de la exploración y la explotación en décadas pasadas.

Contrariamente, el gobierno nos vende la propaganda de un YPFB Corporativo que en la práctica desde el 1 de enero de 2006, día de la supuesta nacionalización, demostró su fracaso al haberse esfumado nuestras reservas de gas natural en más de dos tercios (90 mil millones de dólares a precios actuales) y las de petróleo que sólo nos durarán para los siguientes dos años.

Es la prueba más palpable que esa empresa corporativa, al margen de la Ley 3058, es un cascarón vacío, un YPFB residual mejorado, para no afectar el negocio de las petroleras de exportación de gas natural, principalmente a Brasil, mientras que para los bolivianos hay sólo promesas.

LOS DESCUBRIMIENTOS DE VIRREIRA

El primer informe del Delegado dio cuenta de que las empresas capitalizadas tienen alrededor de 300 millones de dólares inmovilizados en caja, lo que hace que la rentabilidad y las utilidades disminuyan.
Con el segundo se evidenció que el sistema y las normas impositivas en Bolivia son demasiado débiles. Las empresas están obligadas a pagar el Impuesto a las Utilidades del 25 por ciento, pero, luego de algunos ajustes, la tasa efectiva que cancelan es sólo del 14 por ciento, en promedio, aunque las petroleras no llegan a pagar ni el uno por ciento.

El cuaderno tres emitido por el Delegado presentó el detalle sobre las inversiones cumplidas. Siete de las diez capitalizadas cumplieron y hasta sobrepasaron sus compromisos de inversión.

El cuarto informe del Delegado Presidencial conmocionó a los bolivianos: las petroleras Chaco y Andina registran los costos más bajos, en el mundo, de búsqueda y desarrollo de pozos, de producción por barril de petróleo equivalente y una alta tasa de éxito en exploración.

Ddd
Fuente. Cuadro realizado en base a los datos del Cuarto Informe de la Delegación de Revisión de la Capitalización

Facebook
WhatsApp
Telegram

Te puede interesar