La producción petrolera libia cayó por lo menos en una quinta parte porque cada vez más compañías extranjeras toman la decisión de cerrar sus instalaciones, con lo que se corre el riesgo de que la crisis política de Medio Oriente se convierta en una crisis petrolera.
Los precios del crudo volvieron a trepar ayer después de que la italiana Eni y la española Repsol YPF, que son las mayores productoras en Libia, dijeran que ya no estaban operando en ese país.
Operadores del mercado de petróleo dijeron que dos de los cuatro puertos del país en los que se embarca el crudo también están cerrados, y varias refinerías resultaron afectadas por la turbulencia.
Un indicio de que la crisis ya se ha profundizado es que Ali Naimi, el ministro de Petróleo de Arabia Saudita, señaló que la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) está lista para reforzar la producción para compensar lo que pueda perderse a causa de los disturbios en Libia. Sin embargo, Naimi reiteró que, por el momento, el mercado petrolero no tiene problemas de suministro.
“No sé si alguien sabe bien qué está ocurriendo en Libia, pero sea lo que sea que está ocurriendo allí, no hay inconvenientes en los mercados petroleros. Cuando veamos una escasez en el suministro lo rectificaremos inmediatamente”, expresó Naimi, en Riad.
Arabia Saudita tiene una capacidad de producción ociosa de aproximadamente 4 millones de barriles de petróleo al día, que podría usarse para compensar lo que se pierda por la crisis libia. Naimi enfatizó que Riad puede cubrir cualquier escasez.
A medida que recrudecen las protestas contra Muammar Gadafi, otras compañías internacionales, incluyendo a BP, Royal Dutch-Shell y la alemana BASF anunciaron también que estaban recortando la producción o retirando a sus equipos de trabajo, mientras los analistas estimaban que las empresas podrían enfrentar problemas a largo plazo ya fuera que el régimen cayera o no.
Otras empresas dijeron que sus operaciones eran normales por ahora, pero ejecutivos del sector petrolero comentaron en privado que estaban implementando planes de emergencia para evacuar a su personal y parar la producción.
Libia posee las reservas más grandes de petróleo de África, y el sector energético se ha transformado en un trasfondo político y económico crucial en la lucha de los manifestantes contra el régimen de 41 años del coronel Muammar Gadafi, porque representa casi el total de los ingresos de exportación de Libia y es el principal emblema de la distensión parcial del líder Gadafi con Occidente.
John Hamilton, coautor de un informe de 2010 titulado Libia’s Energy Future, dijo a Financial Times que “éste es el único espectáculo en la ciudad. Sin las empresas petroleras, realmente no tienen nada”.
Después de la llegada de algunas empresas europeas a fines de los años 90 e inicios de la década pasada, las compañías petroleras se concentraron recientemente en la industria de 1,7 millones de barriles diarios de Libia, donde están presentes Petrobras de Brasil, Gazprom de Rusia, Eni de Italia, Repsol YPF de España y Total de Francia.
De caer el régimen de Libia, los analistas estiman que las compañías enfrentarán la incertidumbre por la seguridad de sus contratos.
John Kerry, presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, pidió que las compañías petroleras cierren sus operaciones en Libia. También sugirió que su país vuelva a imponer sanciones a Trípoli.
FUENTE: El Cronista.com
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