La petrolera está próxima a perder el 27,7 por ciento de la producción de crudo por la reversión de áreas. Con la anulación de concesiones ya concretadas y las que se producirían en los próximos días, el grupo Repsol resignaría algo menos de un tercio de la producción de petróleo. La cifra podría crecer a casi el 50 por ciento.
A comienzos de este año, YPF explotaba en el país 60 áreas y en sólo 15 concentraba el 83,3 por ciento de su producción de crudo, según datos del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG). La provincia de Chubut le quitó el 14 de marzo dos de esas áreas más productivas y en los últimos días Santa Cruz y la propia Chubut informaron que revertirán otras tres de esa crema. De confirmarse el anuncio, la compañía habrá perdido el 27,7 por ciento de su producción y le quedarán sólo 10 áreas donde produce más de 800 metros cúbicos de crudo por día. Por lo tanto, bastarían algunas reversiones más para dejar a la principal petrolera del país prácticamente sin pozos relevantes.
YPF perdió hasta el momento 13 áreas en seis provincias, pero la mayoría no tienen actividad o cuentan con una producción insignificante. Las únicas relevantes son las dos que revirtió Chubut: El Trébol-Escalante y Campamento Central-Cañadón Perdido, que en conjunto representan el 6,9 por ciento de la producción de crudo de la petrolera. El sábado pasado, el gobernador de Chubut, Martín Buzzi, afirmó que también le quitará Manantiales Behr, donde la firma concentra un 9,6 por ciento de su producción. Esa noticia impactó de lleno en el valor de la acción, que en la semana cayó 19 por ciento en Nueva York.
El miércoles, el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, metió más presión al anunciar que revertirá las concesiones de Los Perales-Las Mesetas (8,3 por ciento de la producción nacional de petróleo de YPF), Pico Truncado-El Cordón (3,1 por ciento) y Cañadón Vasco (un área más pequeña que le aporta a la firma el 0,7 por ciento).
Si se confirma ese escenario, a YPF le quedarían apenas diez áreas con una producción mayor a los 800 metros cúbicos por día: Chihuido de la Sierra Negra (3462 m3/día), Loma La Lata-Sierra Barrosa (2334 m3/día) y Señal Picada-Punta Barda (1041 m3/día) en Neuquén; Cañadón de la Escondida-Las Heras (2486 m3/día), Cañadón León – Meseta Espinosa (1738 m3/
día) y El Guadal-Loma del Cuy (1195 m3/día) en Santa Cruz; y Vizcacheras (1437 m3/día), Barrancas (1405 m3/día), Chihuido de la Salina (1318 m3/día) y La Ventana (979 m3/día) en Mendoza.
De esas diez áreas, cuatro están en Mendoza, tres en Neuquén y tres en Santa Cruz. Hasta el momento, Mendoza le quitó a YPF dos yacimientos sin producción (Cerro Mollar Norte y Ceferino) y Neuquén otros tres que tampoco registran actividad (Chihuido de la Salina Sur, Portezuelo Minas y Don Ruiz), pero ambas jurisdicciones adelantaron que seguirán avanzando con reversiones.
Cuando le quitó a YPF Cerro Mollar Norte y Ceferino, el gobernador de Mendoza, Francisco “Paco” Pérez, informó que otras ocho áreas están en estudio por el bajo nivel de inversión. Desde la provincia luego dejaron trascender que para evitar conflictos legales no avanzarán sobre las 16 áreas que el anterior gobierno de Celso Jaque renegoció en abril de 2011, extendiendo los contratos por diez años a partir del vencimiento de los plazos originales. Si se cumple con esa promesa, Pérez no tocará las concesiones de Vizcacheras, Barrancas y La Ventana. Por lo tanto, quedarían en la mira Chihuido de la Salina (un área que comparte con Neuquén, pero se extiende fundamentalmente en Mendoza) y otros yacimientos menores. Sin embargo, la dinámica que fue adquiriendo el conflicto deja abierta cualquier posibilidad. De hecho, la Secretaría de Medio Ambiente provincial realizó recientemente una denuncia penal contra Barrancas y La Ventana por pasivos ambientales no declarados.
En Neuquén es más difícil que YPF vea peligrar sus activos. El gobernador Jorge Sapag es uno de los que tienen mejor relación con la petrolera. En las reuniones de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi) siempre defendió las posturas más moderadas y hasta ahora sólo le retiró tres áreas marginales. En los próximos días podría quitarle una más (Rincón del Mangrullo), pero es difícil que vaya a avanzar sobre las tres áreas más productivas que la multinacional tiene en la provincia.
Donde YPF corre más riesgos es en Santa Cruz, pues Peralta anunció el miércoles que le quitará Los Perales-Las Mesetas, Cañadón Vasco y Pico Truncado-El Cordón, pero ya adelantó que está evaluando la situación de otras cuatro áreas, entre las cuales hay tres de gran producción en la provincia: Cañadón de la Escondida-Las Heras, Cañadón León-Meseta Espinosa y El Guadal-Loma del Cuy. Estas tres últimas áreas representan el 17 por ciento de la producción nacional de petróleo de YPF. Por lo tanto, si Peralta llegara también a quitárselas, el 27,7 por ciento que YPF corre riesgo de perder en la actualidad (cuando se oficialice la reversión de Los Perales y Manantiales Behr) se elevaría al 44,7 por ciento de su producción nacional de crudo. La estimación supone que Mendoza y Neuquén no afectarán significativamente los intereses de YPF, pues en ese caso la firma quedaría reducida a una expresión mínima.
El próximo jueves las provincias que integran la Ofephi se reunirían con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y se espera que allí pueda haber una definición sobre hasta dónde llegarán con su ofensiva y cómo se combinará ese avance con los planes que tiene el Gobierno para YPF. Mientras tanto, es probable que la cotización de las acciones de la empresa agudicen su caída.
Foto: Fuente Página 12.