Nueva York • Trabajadores de restaurantes de comida rápida y sus partidarios hicieron sonar tambores, silbatos y corearon consignas el jueves en líneas de piquete en docenas de ciudades de Estados Unidos, las mayores protestas hasta ahora para pedir mejores salarios.
El día nacional de protestas dio continuidad a acciones similares organizadas por sindicatos y grupos comunitarios en los últimos meses. Los trabajadores reclaman el derecho a sindicalizarse sin la interferencia de los patrones y una paga de 15 dólares por hora, más del doble del salario mínimo federal de 7.25 dólares por hora, o 15 mil dólares al año para los empleados de tiempo completo.
El jueves hubo huelgas y protestas en cerca de 60 ciudades, incluyendo Nueva York, Chicago y Detroit, dijeron los organizadores. Sin embargo, la participación varió significativamente. Algunos restaurantes no pudieron operar porque tenían muy pocos empleados, mientras que otros parecían funcionar normalmente.
Ryan Carter, de 29 años, quien compró una taza de café de 1 dólar en un McDonald’s de Nueva York donde los manifestantes se reunieron, dijo que apoyaba “absolutamente” la demanda de salarios más altos.
“Ellos trabajan más duro que los multimillonarios en esta ciudad”, dijo.
Los puestos de trabajo en las industrias de bajos salarios han encabezado la recuperación económica. Los defensores de un mayor salario mínimo dicen que es fundamental que las empresas paguen lo suficiente para que los trabajadores puedan mantener a sus familias.
La industria de restaurantes dice que ya opera con un delgado margen de ganancia, e insiste en que salarios considerablemente más altos elevarían los precios para los clientes y reducirían las oportunidades de empleo para quienes buscan trabajo.
En un barrio de la ciudad de Nueva York, los trabajadores gritaban: “No podemos sobrevivir con 7.25 dólares por hora” afuera de un Wendy’s. Su protesta hizo que no hubiera clientes en el negocio.
En Detroit, el comedor de un McDonald’s en el lado noroeste de la ciudad fue cerrado mientras trabajadores y otros protestaban afuera. Un Subway en Seattle fue capaz de mantenerse abierto pese a que decenas de manifestantes pedían afuera un salario de 15 dólares por hora.
El secretario del Trabajo, Thomas Perez, dijo en una entrevista con The Associated Press, que comparaba las protestas por demandas de los manifestantes con la Marcha sobre Washington en 1963, que exigía un salario mínimo nacional a fin de dar a los trabajadores mejores condiciones de vida.
“Para muchas personas que trabajan por salarios mínimos, el ascenso a mejores oportunidades se siente cada vez más lejos”, destacó Perez, que ha asumido el principal papel en la propuesta de Obama para aumentar el sueldo mínimo.