El Diario
Este año, de 39 productos alimenticios de la canasta básica alimentaria, 28 subieron de precio en La Paz y 20 en Cochabamba. En Santa Cruz, de 38 productos, 24 aumentaron de precio, según el último estudio de la Fundación Jubileo.
Una familia de cinco miembros necesita en La Paz al menos Bs 1.391, en Cochabamba Bs 1.317 y en Santa Cruz Bs 1.303 para la canasta básica de alimentos.
Durante la presente gestión, en general, el precio promedio de los alimentos se incrementó en niveles superiores a las cuatro gestiones anteriores y, hasta noviembre de este año, el incremento de 11,79% se constituye en la tercera mayor inflación desde el cambio de base del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
ANÁLISIS
El IPC es el instrumento estadístico utilizado para medir la inflación en la economía del país, para lo cual se cotizan precios observados mensualmente. Este cálculo contempla a la canasta general familiar de bienes y servicios que agrupa a todos los rubros de gastos de un hogar. A partir del año 2007, el IPC contempla 364 bienes y servicios.
Los pobres son los más afectados por el incremento en el precio de los alimentos, resalta la fundación. Una desagregación importante de la canasta general familiar es la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que es la referencia para representar el consumo mínimo aceptable de alimentos para una persona. Si se valora esta CBA, entonces se puede determinar el promedio del dinero que se necesita para su consumo.
RECOMENDACIONES
“La valoración de la CBA constituye una propuesta, la cual pretende servir de referente y advertencia para cuidar que el precio de los principales alimentos no se incremente, con el propósito fundamental de que las personas extremadamente pobres puedan cubrir sus necesidades mínimas de energía y proteínas”, aconseja Jubileo.
Añade que ante las recientes noticias respecto del bono denominado “segundo aguinaldo” y del anuncio de que se presente un proceso inflacionario durante el próximo año, la fundación manifiesta que es necesario reflexionar que el generar expectativas inflacionarias tiene como mayor consecuencia el impacto sobre las familias pobres.
“En ese sentido, los analistas económicos y los medios de comunicación deben tener el mayor cuidado posible en publicar o difundir información que especule sobre el aumento de precios de los alimentos. Del mismo modo, el Gobierno debe tener cuidado en desarrollar políticas que fomenten el incremento de precios y la inflación”, advierte Jubileo.
Añade que en ambos casos, el generar expectativas inflacionarias tendrá como impacto mayor el incremento del precio de los alimentos y, en consecuencia, elevar el costo de la canasta básica alimentaria.
En el país, más de 2,1 millones de personas se encuentran en extrema pobreza y no pueden ni siquiera comprar la canasta básica de alimentos para satisfacer los requerimientos nutricionales mínimos.