El uso de la energía del gas para el desarrollo de Bolivia fue planteado con meridiana claridad por Marcelo Quiroga Santa Cruz en su crítica a la política entreguista del gas del gobierno de René Barrientos en los 60s. Desde el parlamento, propuso el aprovechamiento del gas natural en la industrialización del país antes que su exportación. Veamos.
Refiriéndose a un estudio técnico de la época, Marcelo decía: “en el gas tiene Bolivia su más grande y quizá su único recurso energético de importancia para afrontar con esperanza un plan de desarrollo económico y, su consecuencia natural, el desarrollo social”. (Desarrollo con soberanía. Página 28).
La idea central, para Marcelo, era planificar los requerimientos de gas natural para la industrialización del país a plazos largos, luego, los excedentes disponibles deberían sujetarse a un plan de exportaciones condicionado a factores políticos, económicos y geográficos de manera que se obtengan ventajas concretas para una política de industrialización. Una “materia prima tan importante en el mundo moderno no debe ser exportada “incondicional e indiscriminadamente” bajo el influjo de ventajas aparentes y temporales”.
Lo segundo era exportar junto con el gas productos elaborados y semielaborados derivados del gas natural a los mercados de los países vecinos. La exportación del gas natural, por su importancia estratégica como factor de producción, debe estar condicionada a una compensación mediante la cual, el país beneficiado con la materia prima, ceda a Bolivia mercados fronterizos que nos permitan instalar industrias petroquímicas a base de gas natural.
Sobre la base de la disponibilidad del gas propuso: desarrollar el complejo industrial del Mutun, la petroquímica, siderurgia, producción de acero, electrificación y la creación de complejos petroquímicos en Yacuiba.
En lo esencial, Marcelo, señaló que a mayor grado de aprovechamiento por el gas natural en el Altiplano dependerá de la forma en que el país aproveche el problema industrial minero, al implantar o no las fundiciones de estaño, Zinc y cobre exportando materias primas con valor agregado en lugar de mineral bruto.
De ahí la necesidad de nacionalizar la Gulf Oil, cuyo propósito era exportar el gas al mercado internacional, que se dio en octubre de 1969, la medida más antiimperialista de nuestra historia, y la oposición de Marcelo a la venta de gas al Brasil.