Coloquio sobre el líder trotskista en la UMSA: Estudiosos dicen que legado de Guillermo Lora es esencial para entender el país

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Las “Obras Completas” del ex jefe del POR alcanzan el record de 70 tomos. Su biblioteca personal, de más de 40.000 volúmenes, se encuentra en el Archivo Nacional de Sucre.

Cuatro analistas e investigadores sociales coincidieron en señalar que el aporte teórico y político del desaparecido líder trotskista Guillermo Lora resulta esencial para comprender la historia y la política del país, en un coloquio realizado en la Universidad Mayor de San Andrés con motivo de la presentación del sitio web del reconocido ideólogo boliviano.

La obra de Lora, condensada en la publicación de setenta tomos de sus “Obras Completas”, fue evaluada el pasado miércoles 4 por el historiador Luis Oporto, jefe del Archivo Nacional de la Asamblea Legislativa Plurinacional; el economista Carlos Arze, del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), el cientista social Raúl Prada y el secretario general del Partido Obrero Revolucionario (POR), Miguel Lora.

Con enfoques distintos y por momento encontrados, los expertos estuvieron de acuerdo en que el pensamiento y la acción de Lora, a menudo criticado en vida por su extremo radicalismo, dejaron “huellas indelebles” en la historia, cuyo estudio ayudaría a comprender no sólo el pasado sino el presente de la sociedad boliviana.

“Marxismo de guardatojo”

“El de Lora fue un marxismo propio, un marxismo que denomino ‘marxismo de guardatojo’, el cual guió las acciones revolucionarias de la clase obrera minera del país”, dijo Prada al reconocer la influencia que alcanzó el partido de Lora, el POR, a partir de la década de los años 40 del siglo pasado, hasta comienzos de la década de los 70, cuando los mineros bolivianos pusieron en pie la llamada “Asamblea Popular”, considerada como el primer soviet en la historia latinoamericana.

“Yo no soy trotskista, y por lo tanto no estoy haciendo ni puedo hacer una apología de Guillermo Lora. Lo que hago es simplemente reconocer la profunda huella que dejó él en la memoria colectiva de los mineros, que fueron la vanguardia revolucionaria de ese tiempo”, agregó Prada, quien fue parte hasta hace cinco años del gobierno del MAS, con el que rompió por considerar que había abandonado sus principios.

Los criterios de Prada fueron sin embargo rechazados por Miguel Lora, hermano menor de Guillermo, quien aclaró que el ex jefe del POR no sólo se ocupó de la clase obrera de las minas, sino de comprender y explicar el comportamiento del conjunto de la sociedad boliviana.

“No creo en esa teoría del ‘marxismo de guardatojo’. Guillermo Lora explicó, en distintas etapas de su vida, las características del campesinado, de las clases medias y del proletariado fabril, porque el marxismo que ejercía no era limitadamente minero, sino un proyecto político de alcance nacional e internacional”, resaltó el actual máximo dirigente del POR.

La pluma al servicio de la política

A su vez, el investigador Carlos Arce remarcó que los incontables aportes de Lora a la comprensión del país “no fueron obra de un estudioso encerrado en un escritorio”, sino más bien “respuestas concretas y cotidianas a los problemas políticos que planteaba la lucha de clases”.

“Lora no estudiaba los problemas por vanidad teórica. Era más bien un luchador político que recurría a la pluma como un medio de combate contra la burguesía y el imperialismo”, dijo Arce, quien además dijo que la obra del ideólogo trotskista conserva toda su vigencia, en la medida que fue “el único pensador que pudo explicar las características estructurales de Bolivia”.

Con los libros a cuestas

A su vez, Oporto valoró la dimensión de Lora como historiador y lector acucioso, lo que le permitió, dijo, reunir la impresionante cantidad de 40.000 volúmenes en su biblioteca particular, la cual fue transferida al Archivo Nacional de Sucre, pocos años antes de su fallecimiento.

“Se trata de una biblioteca patrimonial de enorme valor, que quizás muchos paceños hubiéramos querido que se quedara en La Paz. Pero creo al mismo tiempo que no hay otro lugar más apropiado que el archivo de Sucre para resaltar este enorme valor”, señaló.

En un plano anecdótico, Miguel Lora relató cómo, en medio de la represión de los gobiernos militares y civiles a los que se enfrentó el líder trotskista, sus allegados sufrían con el trabajo de esconder y trasladar la pesada carga de sus libros, “para que la policía no los encontrara y destruyera”.

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