Hoy día, la última actuación en el Foro [Nacional sobre el Petróleo y Gas] ha sido precedida de un hecho insólito: un apagón, que nos ha impedido reunirnos en un local más holgado. Quisiera creer que esto es puramente accidental y, sin embargo, me felicito de que hubiese ocurrido este accidente, porque hace unos minutos cuando buscaban los miembros de la FUL (Federación Universitaria Local) un local adecuado que reemplace al aula de la Facultad de Ciencias Económicas y ante la imposibilidad de encontrar la llave ―medio natural de abrir las puertas― tuvo que acudirse a una picota. No he podido resistir, por asociación de ideas, la necesidad de llegar a conceptuar esa llave como un símbolo de la superestructura jurídica que no se adecua a los requerimientos de esta infortunada Nación y a esa picota más eficaz para abrir las puertas cuando se cierran los caminos democráticos considerada, también, como un símbolo de esa actitud colectiva cuando un pueblo se resuelve a salir a las calles y acabar con toda sofisticación para defender sus intereses.
[…] Dice el General [René] Barrientos, entrando en el tema: ´¿Cómo podrá entrar Bolivia en esa competencia de corrientes externas –se refiere a los grandes consorcios petroleros– sino apoyándose en las grandes organizaciones que operan y controlan el mercado mundial?´ Claro está, es otra conclusión del ´hombre económico´, el medio para salir de nuestra condición subdesarrollada y dependiente sería justamente apoyarnos en uno de los puntos de la dominación; nosotros estaríamos utilizando a una gran entidad petrolera internacional en nuestros fines nacionales y no sería aquella la que está utilizando al país en razón de sus intereses particulares.
[…] Piensan ellos –los más audaces– aquellos que intentan conciliar su posición de gente que defiende a un gobierno antinacional y antipopular con una posición aparentemente de avanzada, que nuestros males comienzan en la pobreza. […] Dicen ellos que en tanto no alcancemos el desarrollo económico seguiremos siendo dependientes puesto que esto es consecuencia de la pobreza, pero esta relación de causa a efecto se detiene en estas personas de una manera curiosa en lo que parecería la causa primigenia que, a su vez, no tiene causa alguna, que se determina por sí misma, es decir, la pobreza. La pobreza sería consecuencia de sí misma y claro está que no advierten, o no quieren advertir, que somos pobres porque somos dependientes, porque Bolivia comenzó siendo dependiente y no comenzó siendo pobre. Esta es la causa original de nuestra condición subdesarrollada, la condición dependiente de Bolivia y, naturalmente, no vamos a salir del subdesarrollo acentuando cierto tipo de inversión de capital, que acentúa la condición neocolonial en que Bolivia hoy en día se debate. Y es que hay, paralelo a este círculo de la pobreza, un círculo de la indignidad. Quienes llegan a altas esferas del gobierno, para llegar a ellas comienzan por enajenar su independencia, su dignidad personal y cuando continúan en esta tarea terminan comprometiendo la dignidad misma del país.” [Hay] en los hombres de gobierno, una necesidad casi compulsiva de dividir al pueblo de Bolivia en dos grandes grupos humanos, ellos están naturalmente en el mejor de los dos, en el único digno de vivir en este país: el de los hombres prácticos, el de los hombres que prefieren la negociación. A nosotros nos sitúan en el conjunto de los ilusos, de los líricos, de lo que ellos suelen llamar los ´tontos útiles´. Nosotros aceptamos complacidos esta última definición y retribuimos con otra que expresa también una verdad; ellos están en el grupo de los ´tontos inútiles´, inútiles al interés del país.” (CONFERENCIA EN LA UMSS SOBRE “EL GAS QUE NO TENEMOS”, COCHABAMBA, 28 DE NOVIEMBRE, 1967).
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Contamos con las inmensas reservas de hierro del Mutún y con el gas, como elemento reductor. […] Nuestra lucha que es la batalla de todos los días, no es por lo tanto esencialmente política, puesto que vemos en la industria una salida cierta, más que posible. Venimos de un pasado de vergüenza y de injusticia. Solo anhelamos comprensión. Queremos cambiar la imagen de un país que fue el más rico de América, y que hoy figura entre los más pobres. (ENTREVISTADO POR RICARDO MARCHETTI PARA DIARIO“CLARÍN”, BUENOS AIRES, 10 DE MAYO, 1971).
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El General Barrientos ha utilizado algunas estadísticas cuyo manejo y mención en esta tribuna es indigno de la jerarquía que inviste. Decía él, por ejemplo, que ´las reservas de hidrocarburos de Bolivia no alcanzan al 0.08 de las reservas mundiales´. ¿Cuál es el propósito de esta cifra? […] ¿Llevar al pueblo de Bolivia a la convicción de que no somos una nación rica en hidrocarburos sino, tan modesta, que no significamos nada en el cuadro mundial? ¿Es que realmente estos son los términos que debemos conocer nosotros para hacer una evaluación honesta y certera de nuestro potencial de hidrocarburos? […] Sostiene que ningún país manifiesta recelo por la salida del crudo, cosa que en este país se estaría presentando de manera ―en su concepto― absurda e inmotivada… […] Naturalmente que esta mentalidad de ´hombre económico´ aplicada a la solución de los problemas de la COMIBOL [Corporación Minera de Bolivia] ha tenido un corolario de sangre en San Juan de este año, y es esta masacre de San Juan, sin paralelo en nuestra historia no sólo por el número de heridos y muertos que ―en conjunto― son cien, sino por las características de premeditación, alevosía con que ha sido ejecutada […]. Doblemente monstruosa si se piensa que la masacre como medio extremo de violencia colectiva, está dentro de la mecánica del capitalismo, pero si se piensa que la COMIBOL, es decir la empresa estatal minera, ha pasado a formar parte del patrimonio nacional, entonces debemos llegar a la triste conclusión de que hoy día el gobierno ha pasado a formar parte del mecanismo internacional del capitalismo y en provecho de sus intereses y en defensa de ellos […]”. (CONFERENCIA EN LA UMSS “DOS INTENTOS FALLIDOS POR OCULTAR LA VERDAD”, COCHABAMBA, 28 DE NOVIEMBRE, 1967).
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El promedio de los sueldos de empleados en Bolivia es de 1.012 pesos, o sea más o menos 80 dólares y de los obreros 450 pesos, o sea más o menos unos 35 dólares. Pero podría ser que estas cifras que resumen de manera superficial el cuadro económico que al gobierno causa tantas satisfacciones y le procura ocasiones además de manifestarse orgulloso, pudieran no impresionar no diré al auditorio esta noche sino a los propios hombres del gobierno, ellos piensan que siempre es posible pasar por un periodo, el suyo, durante el cual el gobierno debe soportar, el país, el pueblo debe soportar estoicamente el hambre en tanto se den tiempos mejores. Naturalmente que este periodo efímero es, para quienes nos piden sacrificio, un periodo de bonanzas y además de ahorro personal para asegurar un periodo más largo también de bienestar familiar.
Dirijamos una mirada al desarrollo social de nuestro pueblo, cifras y no frases. La esperanza de vida de un ser humano en nuestro país al nacer es solamente, promedialmente hablando, de 43 a 50 años; la tasa bruta de mortalidad, por 1000 habitantes, es de 14; la tasa de mortalidad infantil, por 1000 nacidos vivos, es de 106.5; el porcentaje de población alfabeta, el 36.4% nada más. Yo creo que algunos de estos incluidos en el 36.4% están en el gobierno y otros más [aplausos]. Y les ruego pensar que no he hecho esta frase en el deseo de ironizar ni para aliviar la fatiga que debe producir esta larga relación de cifras, sino porque soy un convencido que en nuestro país el porcentaje de analfabetismo es mucho mayor, porque hay analfabetos que lo son porque no saben ni leer ni escribir y los hay porque sabiendo las dos cosas no entienden ni lo que leen ni lo que escriben.
El porcentaje de población con vivienda propia, solamente el 41%; el porcentaje de población con agua potable, esta agua que vemos en la avenida 16 de julio coloreada, para satisfacción de todos contribuye al ornato de la ciudad, solamente el 28%; 24 médicos tiene el país por cada 10.000 habitantes; 13 camas en los hospitales para cada 10.000 enfermos. La población urbana desnutrida, el 5% y en cuanto a la población rural, esta que asegura la estabilidad del gobierno, cada vez que atraviesa por alguna emergencia, el 40%. Cuántos son los niños en edad escolar que reciben educación, el 54% nada más; el consumo nacional medio de calorías, 1.800, saben ustedes que lo recomendable es 2.475; y el consumo nacional medio de proteínas, 52.3 y lo recomendable es 62 gramos.
Los hombres del gobierno, amigos universitarios, algunos de ellos hasta hace poco ministros de estado y hoy día obligados a ocupar una curul en el parlamento a causa de esta destitución colectiva que se produjo hace dos meses, para reemplazar al gabinete civil por un gabinete de amigos militares del presidente de la república, sostienen una premisa para la que reclaman una fe como la que se reclama para los axiomas, dicen ellos: desarrollo es inversión; somos dependientes, lo admiten, en raros, extraños raptos de sinceridad, somos dependientes porque somos pobres y para dejar de ser pobres algún día debemos ser más dependientes. Resulta una tarea difícil sino imposible convencer a estos mismos señores de que los términos tienen un valor y significado precisamente inverso; es decir que somos pobres porque somos dependientes y cuanto más sea nuestra dependencia, mayor será nuestra pobreza.
[…] Saben, quienes me escuchan esta noche, que el juicio de responsabilidades es un juicio de naturaleza política que intenta no la sanción, porque el poder legislativo no es propiamente un tribunal de justicia, sino la destitución del funcionario para su juzgamiento por los tribunales que […] en el país. Como el presidente de la república en declaraciones publicadas hace una semana en “El Diario” de esta ciudad sostiene, que el gobierno tomó la determinación de evitar que el juicio se considerara en el seno del parlamento para evitar el escándalo que produciría el conocimiento de ciertos antecedentes, se han hecho así, quienes le acompañan en su […] cómplices de ocultamiento de la verdad de este tremendo delito que la opinión pública tiene derecho a conocer en detalle.
Y por lo mismo el día de mañana plantearé interpelación a todo el gabinete por su complicidad en ello […]. Si otra vez la mayoría oficialista recurriera al medio de silenciamiento porque ha optado hace un tiempo, volveré otra vez a pedir a los universitarios me reciban en el seno de su casa de estudios para traer aquí los detalles que abonan en favor de las aseveraciones que yo he hecho esta noche.
[…] Vivimos un tiempo de conjunción, afortunado, y estamos oponiendo algunos hombres en este país frente al orden establecido, la consciencia y decisión de provocar un desorden, pero no en el sentido jurídico de la falta contra un orden legal sino con la decisión de subvertir un orden social y económico injusto, para instaurar un orden de justicia social y de dignidad nacional. Estamos en este país hoy día y cada día son miles los que se suman a esta lucha contra este gobierno que todos los días nos pide respeto al imperio de la ley cuando en verdad está sirviendo a la ley del imperio [aplausos]. Porque vivimos tiempos de emergencia, tiempos en los que la mayor preocupación nuestra debiera ser cómo sobrevivir, no diré ya como nación, pero por lo menos como forma republicana siendo independiente, es que debemos postergar las diferencias de hoy día a la luz de esta trágica situación nacional aparente como simple. Llegarán empero tiempos en que sepamos nosotros utilizar nuestras discrepancias, en que podamos nosotros dividirnos los bolivianos por minucias en el detalle de la tarea de perfeccionamiento de las instituciones nacionales.
Hoy día no estamos desgraciadamente en ese estadio del desarrollo de la nación boliviana, estamos apenas en su periodo embrionario, donde la lucha es por sobrevivir como nación y ahora, en estas circunstancias las diferencias ya no son ni siquiera ideológicas […]. Creo que en realidad hay dos grandes órdenes acá, los vertebrados y los invertebrados, pertenecemos a los primeros y porque todavía tenemos una columna vertebral que nos permite, individual y colectivamente, permanecer enhiestos en esta actitud de lucha y porque no vamos a ser amedrentados ni vamos a ser sometidos por la tentación o el terror a un orden de cosas que nuestra consciencia repugna seguiremos en esa lucha. Autorícenme ustedes, amigos universitarios esta noche, hacerme a la idea de que no estoy hablando desde un estrado en el seno de una institución académica y satisfaciendo una inquietud puramente intelectual. Déjenme imaginar que estoy hablando desde una trinchera, en el seno de una batalla popular y a una multitud combatiente que no ha de ceder posiciones y ha de convertir de esto que parece una intransigencia personal un día en una bandera popular y multitudinaria que nos lleve adelante en el proceso de independencia, de dignidad nacional. (JUICIO AL PRESIDENTE EN EJERCICIO, GRAL. RENÉ BARRIENTOS, EN LA UMSA, LA PAZ, 1968).
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El grado de desnacionalización llega a tal extremo que tan solo contamos con una bandera, un escudo nacional y los estudiantes cantan el himno nacional el 6 de Agosto, pero decir que tenemos un Presidente es ya una exageración […]. (ENTREVISTADO POR EL “DIARIO DEL ORIENTE”, 1ERO. DE JULIO, 1969).
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Hay dos formas de segregar una parte del conjunto nacional, una de ellas es la pobreza que torna legítimamente resentidas a las gentes, y la otra es la bonanza, la fortuna que las torna insensibles. No podemos nosotros perder la perspectiva de la causa en la que estamos incluidos todos los bolivianos. No podemos desvincular el hecho del atraso y del olvido del Beni, de las causas determinantes del atraso, la miseria, de la ignorancia y de la dependencia de Bolivia toda. No son los gobiernos solamente, en cuanto a entidades […] jurídico-administrativas, los responsables de estas pérdidas de la esperanza popular. Son aquellos sectores minoritarios de una oligarquía insensible que a lo largo de nuestra infortunada historia dieron a este país una superestructura jurídica a la medida de sus necesidades y construyeron una infraestructura de vinculación de establecimiento de industrias extractivas, de explotación de recursos naturales también a la medida de las necesidades económicas de esos pequeños grupos minoritarios suplantando la voluntad popular. (DISCURSO COMO MINISTRO DE MINAS Y PETRÓLEO, TRINIDAD, 15 DE ABRIL, 1970).
Fuente: TEXTOS SUGERIDOS (1963-1980): 54 FRAGMENTOS EDITADOS. Compilación y selección de textos: Hugo Rodas Morales. La Paz, agosto de 2010, Hora 25 Nro. 75/76.
