– A continuación les ofrecemos, estimad@s lectores, la presentación a la última edición del periódico HORA 25 hecha por el rector de la UMSA, Waldo Albarracín Sánchez.
PRESENTACIÓN
Waldo Albarracín/Rector UMSA
La Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz, se ha convertido en uno de los referentes de investigación, producción intelectual y debate constructivo más importante del ámbito universitario y del escenario nacional. Los temas y problemáticas que se abordan son de interés nacional y de ostensible preocupación ciudadana.
Cabe remarcar asimismo el carácter contestatario de este espacio académico de debate y diálogo frente a la desinformación institucionalizada que campea en Bolivia, donde se promueven informes, estadísticas u otro tipo de documentos cuyo texto y datos publicados no se ajustan a la verdad, circunstancia ante la cual la voz de la Cátedra Libre, que lleva el nombre de uno de los políticos más esclarecidos de la izquierda boliviana, Marcelo Quiroga, destaca por su elocuencia y apego a la realidad de los hechos y fundamentalmente por la defensa intransigente del patrimonio nacional.
Esta vez presentamos el texto denominado “Análisis y alternativas a la dependencia y el extractivismo en el marco de la crisis mundial”, que expone temas analizados profundamente por connotados investigadores, cuya obra intelectual es reconocida en el ámbito nacional e internacional.
El periodista uruguayo, Raúl Zibechi, nos habla que “El extractivismo es una guerra contra los pueblos”. Luis Tapia, investigador del CIDES-UMSA, titula su documento “Para enfrentar el extractivismo necesitamos una perspectiva total”. Pedro Portugal dice que “La lucha por la descolonización puede establecer un proyecto común nacional”. Cierra este conjunto de reflexiones, el analista español Decio Machado, quien afirma que “el extractivismo depredador obedece a un viejo modelo de desarrollo que debe ser superado antes de que sea demasiado tarde” para América Latina.
Finalmente figuran dos entrevistas realizadas a Raúl Zibechi, relacionada con la afirmación categórica que se hace al señalar que “El péndulo no va sólo de la izquierda a la derecha, va también de arriba hacia abajo” y respecto a “Los límites del progresismo”.
Los analistas coinciden en el cuestionamiento a los modelos económicos que se vienen aplicando, basados en el extractivismo a ultranza, cuyos efectos resultan perniciosos para el desarrollo de un país y particularmente para las mayorías nacionales.
La posición común de todos es la interpelación al extractivismo afirmando enfáticamente que ni éste ni el sistema capitalista en sí, constituyen modelos económicos. “El capitalismo es un sistema que no permite desgajar su parte económica del resto de lo que es el sistema. El extractivismo es la fase superior o más moderna del capitalismo, por tanto no podemos aislar lo económico del conjunto del sistema”, afirma uno de ellos. Complementa la idea especificando que también, el extractivismo, implica acumulación por desposesión, acumulación por despojo o robo y que hoy los pueblos o la vigencia de los derechos de éstos (como es el caso del Derecho a la Consulta Previa e Informada), son un obstáculo para la acumulación de capital, precisamente para la materialización de ese despojo.
Con exquisitez se describen determinadas características del modelo en cuestión para identificarlo a través de algunos elementos típicos como: La ocupación del territorio, a través de monocultivos, minería o hidrocarburos; las relaciones asimétricas entre: Grandes empresas transnacionales más los Estados versus los pueblos; generación de economías de enclave como en la colonia, puertos amurallados, aislados, economías autárquicas o volcadas hacia afuera; la influencia política decisiva de las empresas, generalmente aliadas de los Estados, que promueven una normativa que les es favorable; el atentado a la agricultura familiar y soberanía alimentaria de los pueblos a través de acciones a espaldas o al margen de indígenas y campesinos para que toda la tierra sea cultivada al estilo Monsanto y la siembra directa, entre otros factores.
El texto también desnuda la relación prácticamente conyugal entre el extractivismo y la corrupción, fenómeno a través del cual los gobiernos actúan de la misma manera que las empresas transnacionales, vulneran instituciones, pasan por encima de ellas y dan lugar a intereses generalmente particulares o propios que atentan el patrimonio del Estado y los derechos de la sociedad civil. Se puede afirmar sin temor a equivocarse que este modelo que carece de referentes éticos, necesita de la corrupción o ésta es parte intrínseca de él. Invadió los Estados, incluidos los gobiernos progresistas que cayeron en sus redes y se corrompieron.
Los autores del texto hacen énfasis en una lucha sostenida y consecuente por la descolonización a fin de establecer un proyecto común nacional, cuestionando las relaciones injustas y asimétricas existentes, tanto entre personas, entre grupos sociales, así como entre Estados. La transformación de la sociedad es un imperativo categórico a partir de la extinción de este tipo de relaciones extremadamente arbitrarias.
Una afirmación categórica está relacionada con la crisis económica política mundial, que obviamente repercute en nuestro medio, y se refiere al hecho de que en la actual coyuntura, nos encontramos ante una recomposición sistémica, ante una crisis civilizatoria que afecta fundamentalmente la civilización occidental, al modo de vivir del género humano en la tierra que implica la destrucción del hábitat, el caos climático, crisis sanitaria y como correlato, la desarticulación económica. Frente a ello, se impone categóricamente la necesidad de que los pueblos como víctimas directas de esta debacle, luche en defensa de sus más elementales derechos y de su propia sobrevivencia.
Y en el plano nacional, es necesario recuperar la capacidad de interponer acciones contestatarias frente a la afectación directa de elementales derechos, además de la importancia de generar debate sobre estos temas, discutir, recuperar el pensamiento crítico y desde luego el análisis autocrítico. Es imprescindible recuperar el espíritu altruista, no es posible que se siga haciendo política al influjo de intereses mezquinos, al margen de la bioética.
Hacia adelante, es necesario rescatar el discurso y práctica de personajes emblemáticos, que si bien desaparecieron físicamente, se trata de ausentes bien presentes, como Marcelo Quiroga Santa Cruz, René Zavaleta, Sergio Almaraz, así como rescatar el ejemplo de luchadores sociales que en el campo sindical supieron hacer prevalecer la independencia política de sus organizaciones y resistieron a la tentación del soborno proveniente del Estado. Personajes tan emblemáticos como Federico Escobar Zapata, César Lora, Domitila Chungara. Sacerdotes contestatarios como Luis Espinal, Gregorio Iriarte, grandes defensores de los derechos de nuestro pueblo. La memoria de todos ellos debe servirnos de inspiración para no claudicar en esta lucha por la construcción de un país con justicia social e igualdad de derechos.
La Paz, Noviembre de 2016
