Pablo Ximénez de Sandoval/El País
“Hace cuatro años empezamos una revolución política cuyas ideas y energía no solo transformaron el Partido Demócrata sino que han transformado la política en Estados Unidos”. Solo el senador Bernie Sanders puede decir algo así y que una convención entera de demócratas se levante para aplaudirle. Sanders se presentó este domingo ante la convención demócrata de California como el padre de la mayoría de las ideas que una decena de candidatos a presidente había defendido el día anterior y que hace cuatro años sonaban radicales.
En su discurso, Sanders dejó pinceladas de lo que espera de los demócratas en el asalto a la Casa Blanca en 2020. “No hay término medio”, con el Partido Republicano, dijo. No hay puntos en común. No middle ground va a ser uno de los latiguillos de su campaña. No hay nada que negociar cuando se habla de aborto, nada que negociar en la lucha contra el cambio climático, la sanidad universal o la educación superior gratuita. Por el entusiasmo, las bases demócratas de California parecían estar de acuerdo.
Sanders comparte liderazgo en las encuestas con el exvicepresidente Joe Biden, quizá el hombre que más se identifica con la versión moderada del partido, con la mano tendida a llegar a acuerdos con los republicanos. Biden es el gran ausente de esta convención, la primera con tantos candidatos a presidente este año. Sanders habló con ironía de “los candidatos que por la razón que sea han decidido no estar aquí”.
En su discurso, Sanders puso sobre la mesa “lo que estamos pensando todos”. Y eso es “cuál es la mejor manera de ganar a Donald Trump”. Más allá de las ideas. “No vamos a ganar a Trump sin una campaña con emoción y energía y a no ser que demos a millones de jóvenes y trabajadores una razón para votar y para creer en que la política es importante en sus vidas”, advirtió. “No podemos volver a las viejas formas, hay que avanzar con una nueva agenda progresista”.
La última jornada de la convención fue también la oportunidad de Julián Castro, exalcalde de San Antonio y exsecretario de Vivienda con Barack Obama. Castro fue el primer candidato en hacer público un detallado programa de inmigración y otro de educación. También fue el primero en pedir públicamente el impeachment de Donald Trump. Castro tiene un discurso tan progresista como el de cualquiera pero sin la furia revolucionaria de Elizabeth Warren o Bernie Sanders. Se presentó como “un presidente para todos los norteamericanos”. En esta convención fue el único que utilizó palabras como “unidad”.
Castro prometió cosas muy concretas, como subir el sueldo a los profesores, volver al Acuerdo del Clima de París la tarde misma en que tome posesión del cargo e invertir en vivienda asequible, un tema especialmente sensible en un Estado con una brutal crisis de vivienda que ha provocado cifras récord de personas sin techo. Su discurso sobre una visión de Estados Unidos como el país “más inteligente, más sano, más justo y más próspero” del mundo cosechó una buena reacción en el público californiano.
El mismo público acabó abucheando al último de los candidatos, el empresario y excongresista de Maryland John Delaney. Como hizo el exgobernador de Colorado John Hickenlooper, Delaney dio que quería sanidad “para todos” pero rechazó hacer una sanidad pública universal. A pesar de que al sala estaba menos llena que el día anterior, fue abucheado tan fuerte que tuvo que parar su discurso. Parecía ser exactamente la reacción que esperaba Delaney. El vídeo del momento fue tendencia en las redes durante unas horas.
La convención demócrata de California, el Estado que va a repartir más de 400 delegados en el supermartes de 2020 y por primera vez en años puede ser clave en el camino a la nominación, ha servido para ver las líneas que se están marcando entre los 23 candidatos. Por ahora, son solo discursos uno detrás de otro en un atril, pero el próximo 26 de junio en Florida se celebra ya el primer debate entre ellos. En total, los demócratas tienen previstos 12 debates de primarias hasta los caucus de Iowa (febrero de 2020). Ya se han clasificado 19 candidatos para el primer debate.
Los delegados de California darán su apoyo oficial a uno de los candidatos en una segunda convención en noviembre. Sirva como síntoma de las ganas de renovación que tiene el partido que en las elecciones legislativas de 2018 retiraron el apoyo a la senadora Dianne Feinstein, la mujer más poderosa del Estado, para dárselo al semidesconocido pero muy combativo Kevin de León. Por otro lado, Feinstein ganó de todas formas por nueve puntos y un millón de votos.