Esta entrevista realizada por Raúl Salmón de la Barra, director de Radio Nueva América, en junio de 1978, desgrana cuatro facetas de la vida del líder socialista que en conjunto muestran la fuerza y profundidad del pensamiento, ética, práctica política y social de Marcelo. Una entrevista imperdible a un Marcelo democrático y socialista, consecuente con los intereses de la patria.
Raúl Salmón: … cuando (Quiroga Santa Cruz) parlamentario, en el gobierno del general Barrientos, atacó intereses petroleros antinacionales, (hice) el siguiente comentario que yo lo memorizo: “Desde la época de Salamanca y desde entonces, no se había oído un debate con argumentos tan claros, tan contundentes e inteligentes. Quiroga Santa Cruz, añadía en mi comentario, da relieve a un heterogéneo parlamento nacional”.
Escritor, periodista, aunque no de los que hacen la parte interna de la noticia; ex ministro, político, fundador del Partido Socialista, que a los veinte días de fundado conoce la clandestinidad exiliado en México, ahora proclamado a la Presidencia de la República. Es el boliviano con varias facetas y es el boliviano que aquí en Radio Nueva América, a través de este diálogo, tratará de describir para ustedes con las propias respuestas lo que él es, lo que él piensa.
Bienvenido don Marcelo Quiroga Santa Cruz, una satisfacción tenerlo en este programa de Radio “Nueva América”, en el cual estamos realizando un ciclo de diálogos con los candidatos a la Presidencia. Hemos estructurado para Ud. un diálogo con cuatro casillas, si me permite. La primera, intentamos que con sus respuestas usted describa a Marcelo Quiroga Santa Cruz, el hombre. A Marcelo Quiroga Santa Cruz, el escritor, en una segunda fase; al político, Marcelo Quiroga Santa Cruz, en una tercera fase. Y una última, con proyecciones de tarea. ¿Le parece útil el esquema?
Marcelo Quiroga Santa Cruz (MQSC): Me parece muy bien. De pleno acuerdo.
Raúl Salmón: Bueno, a la señorita Tapia le vamos a encargar que haga las primeras preguntas.
El hombre
Periodista Tapia: Me corresponde hablar con Marcelo Quiroga Santa Cruz y describirlo un poco cómo es el hombre en la casa, el hogar y tal vez un poco hacia atrás con la primera pregunta que voy a plantearle. ¿En la escuela o en el colegio alguna vez Ud. redactó un periodiquito como para que ya en ese entonces se fisonomizara una vocación de escritor?
MQSC: No, no lo hice nunca. La verdad es que mi vocación de escritor comienza a despuntar como una necesidad de comunicación que rebase las limitaciones impuestas a un diálogo de carácter individual. En suma, comprendí que no había otro medio que el de la palabra escrita para entrar en relación, al mismo tiempo, directa o indirecta con una colectividad. Y esto por la razón fundamental de la necesidad de transmitir observaciones, juicios que resultaban de la comprobación de una realidad social inequitativa, profundamente injusta, necesitada de modificaciones fundamentales.
Periodista Tapia: Todos tenemos recuerdos de cuando fuimos estudiantes en colegio particularmente. ¿En aquella época era usted un alumno bueno, regular o malo?
MQSC: Creo recordar que no fui nunca un alumno bueno y nunca un alumno malo. Esto me situaría en ese segmento incómodo de los que no se destacan ni por su excelencia, ni por su falta de méritos. Pero prefiero ser profundamente honrado, y decirles que no me he destacado en ninguno de los dos extremos. Pero quizás, debiera también señalar, que en esa ocasión, en esa edad infantil, en que uno entra en contacto con los conocimientos rudimentarios, pude hacer la comprobación de que el buen rendimiento o el mal rendimiento de los alumnos no debía explicarse por el mayor o menor esfuerzo que ponían ellos en el estudio, sino por condiciones económicas y sociales que preestablecían, predeterminan un mayor o menor rendimiento intelectual a partir de un cierto nivel económico que al mismo tiempo estaba condicionando el grado de nutrición y, por lo tanto, la capacidad intelectual y de rendimiento de las personas.
Periodista Tapia: Generalmente tenemos problemas en alguna materia específicamente o a veces en varias. ¿Cuál fue la materia en la que usted obtenía malas notas o las más bajas?
MQSC: No puedo recordar con precisión cuál era la materia en la que las notas eran deficientes. Pero probablemente nunca sentí una predilección por las matemáticas. Esto no quiere decir que hubiese yo rechazado la abstracción, sino que probablemente encontraba en las matemáticas como ciencia pura un instrumento de muy difícil utilización para el fin que me guiaba en todas mis actividades que era la de una comunicación social.
Periodista Tapia: ¿A qué edad se casó y cuántos hijos tiene Ud.?
MQSC: A los 23 y tengo 2 hijos.
Periodista Tapia: ¿Su esposa lo considera un hombre de hogar?
MQSC: Yo creo que sí. Soy un hombre de hogar.
Señorita Tapia: Gracias Marcelo. Hasta aquí mi participación.
El Escritor
Raúl Salmón: A José Luis le va a corresponderle dialogar con Marcelo Quiroga Santa Cruz, candidato a la Presidencia de la República, sobre la faceta del Escritor.
José Luis Ortíz: Bien, una primera pregunta bastante concreta. ¿Cuál es el libro ideal que quisiera escribir?
MQSC: Yo escribí algunos libros. Comencé haciendo ficción literaria con una novela que data ya de unos 20 años y que está agotada. Transcurridos algunos años, una lectura posterior de esa novela, me señaló, que no obstante, el deseo intenso de aproximarme a nuestra realidad social no había logrado penetrar en ella. El libro que yo quisiera escribir, creo que es el libro que quisiera escribir todo revolucionario, todo luchador, todo combatiente de la causa popular y nacional. Es un libro que pudiese desentrañar las causas últimas de la dependencia, las causas últimas de la condición atrofiada de nuestra economía, pero además, describir estas causas de una manera sencilla, que pueda llegar al conocimiento de amplias capas de la población.
José Luis Ortiz: Bien, son muchos los caminos que pueden conducir a la política. En el caso suyo ¿fueron sus escritos los que lo condujeron a la actividad política?
MQSC: No, en absoluto. Ni mis escritos, ni mis lecturas, fue la experiencia. La experiencia cotidiana en nuestro medio. Creo que no hay otro país como Bolivia, en América Latina, donde se observen contrastes tan lacerantes entre una minoría privilegiada, usufructuaria de la riqueza nacional, una minoría que concentra en beneficio suyo el excedente económico que se genera en la explotación de las mayorías nacionales. Esta comprobación y, sobre todo, la visión de una humanidad mayoritaria, la campesina, que todavía no puede, a pesar de haber transcurrido un cuarto de siglo de la Reforma Agraria, ser realmente redimida de su condición semifeudal. Es la vida misma la que me ha llevado a mí a la vocación y a la práctica de la política.
José Luis Ortiz: Todo escritor que escribe y lee mucho, indudablemente, tiene alguien como ejemplo o a alguien que le ha impresionado en forma especial. En el caso suyo ¿a qué escritor nacional actual admira más y por qué?
MQSC: Quizá esta sea la única pregunta, hasta ahora, que yo quisiera que ustedes la modificaran o por lo menos me permitieran no responderla en los términos en que ha sido planteada. Por principio soy enemigo de destacar un nombre porque ello implica un juicio en detrimento de otros nombres. Creo que no hay uno solo, sino hay muchos escritores con méritos a los que debiera mencionarse.
Raúl Salmón: Pasamos por alto la pregunta, la otra es más amplia, ¿no?
José Luis Ortiz: Sí, muy bien y dice así: ¿qué escritor político de este siglo le llamó más la atención y por qué?
Raúl Salmón: Ya en el ámbito universal, ¿verdad?
MQSC: Sí, en realidad tampoco hay uno. En este caso, la razón para no citarlo es otra. Es distinta de aquella que hace a la práctica de la literatura en nuestro medio. Es que hay muchos escritores políticos. Si por escritor político vamos a entender aquél que hace uso del medio de la palabra escrita para expresar observaciones o análisis políticos. Pero desde luego podemos incluir a todos aquellos que han contribuido a la corriente científica del marxismo, me refiero a la teoría científica de la revolución.
El Político
Raúl Salmón: Marcelo, ojalá no lo estemos poniendo en un banquillo del acusado y nosotros aparezcamos como tribunal de la Santa Inquisición y ese no es nuestro propósito. Pretendemos diversificar las preguntas y tal como habíamos convenido arrancarle algunas confesiones en diversas facetas de su vida, de su personalidad. Voy a ocuparme de indagar algo de Marcelo Quiroga Santa Cruz, el político. Usted tiene todo el derecho del mundo para decirme “no le respondo esa pregunta”.
MQSC: Yo estoy dispuesto a responder todas las preguntas.
Raúl Salmón: Sus enemigos políticos, ya que todos tenemos enemigos, juzgan que Marcelo Quiroga Santa Cruz es un burgués que juega al socialista. ¿Qué les respondería a quienes así opinan?
MQSC: Bien. Yo creo que esta es una pregunta que tiene un interés en particular y merece una explicación amplia. Sin duda, esta crítica como otras proviene del campo de la derecha y la derecha no suele ser muy coherente, ni siquiera en sus críticas. Si lo que le preocupa a la derecha es la supuesta inautenticidad de mis convicciones, si lo que la derecha sospecha es que en mí, en realidad hay un burgués, debería estar tranquila. Y la verdad es que está intranquila con mi actuación política y mis convicciones. A lo que ellos se refieren es a mi origen y, evidentemente, yo no he nacido en el seno de la clase trabajadora; no he tenido el privilegio de nacer en un hogar obrero. Pero a ellos debería recordarles que un socialista no lo es, precisamente, y con carácter excluyente por su origen de clase. No todo obrero por el hecho de ser obrero es un revolucionario. Yo soy un socialista no por mi origen de clase, sino a pesar de mi origen de clase. Lo soy por convicción.
Creo que no es reprochable el que alguien que hubiese nacido en un estrado social que no es el proletariado, la clase obrera, se hubiese consagrado a su servicio. Lo que me parece reprochable es, y de esto tenemos demasiados ejemplos en nuestro medio político, que aquellos que nacen en el seno de la clase trabajadora o en sectores populares o en sectores de la clase media de pequeños ingresos, de pocos ingresos, consagren su vida a ascender socialmente, a acumular fortuna, a traicionar los intereses de la clase de la que son originarios. Y de esto tenemos muchos ejemplos.
Y para terminar y refiriéndome a una palabra utilizada en esta crítica: “el juego al socialismo”. Si fuese un juego habría cuando menos que admitir que ha sido un juego muy costoso. Son demasiados años, catorce…
Raúl Salmón: ¿Ha habido muchos renunciamientos Marcelo? ¿Peligros?
MQSC: Bueno, podría recordar, no lo habría querido hacer, detesto las referencias de carácter personal, pero creo que no hay forma de represión política que no hubiese sufrido. Está, desde luego, la expulsión de la Cámara de Diputados; el secuestro en el palacio de Justicia con violación de ese recinto; dos atentados con bombas en mi domicilio; el del campo de concentración en Madidi; la muerte de mi padre, se me impidió asistir al entierro de mi padre; exilio; intento de asesinato, y no sé todavía lo que me depare el futuro, y le aseguro a todo aquel que piensa que soy un burgués que “juega al socialismo”, ¡no es un juego!
Raúl Salmón: Cuando usted en el gobierno, aquél paso aunque fugaz por el gobierno del Gral. Ovando, ¿le deparó algún capital de satisfacciones como para compensar los desengaños que tuvo hasta entonces en su vida política?
MQSC: Sí, decididamente sí. Recordarán ustedes que durante ese gobierno el 17 de octubre de 1969, se aprueba un Decreto por el que se nacionaliza el petróleo. Esa es una medida, por ejemplo, que compensa con creces todo aquello que había relatado hacia un momento. Pero es hacer alusión a una medida de una importancia económica especial a la que, si usted quiere, podemos referirnos después.
Yo quisiera decir, por ejemplo, que hechos sencillos como luego del retorno a la patria después de 7 años de exilio, encontrarse nuevamente con los trabajadores, con los estudiantes, con la juventud intelectual de avanzada y comprobar que la palabra de uno es digna de crédito, también compensa y con creces de todo lo que he dicho.
Raúl Salmón: A propósito de lo que usted hablaba del exilio, de su exilio y retorno, le escuché cuando conversábamos en mi oficina, hará una cosa de un mes o dos meses, parafrasear algo que había dicho la Pasionaria (Dolores Ibárruri) en España que cuando volvía ella a Madrid le preguntaron: ¿Cómo siente España? Y la Pasionaria respondió: “Si yo nunca estuve fuera de España”. Usted me dijo “nunca estuve fuera de Bolivia”. ¿De veras Marcelo? ¿A la distancia, el informe periodístico o cablegráfico no distorsionaba el conocimiento de una realidad boliviana que presumiblemente lo ha profundizado a su retorno?
MQSC: Puedo parecer petulante Raúl, pero la verdad es que en estos 7 años y por eso que yo relaté aquella anécdota que se le entendía en su sentido muy fácilmente, pero otra cosa es tener una vivencia de ello. Cuando regresaba al país, en los primeros días de enero de este año, comprobé que realmente nunca había estado fuera de él, es decir, que tenía a Bolivia en la mente y en el corazón, todos los días de estos 7 años. Viví casi 2 años en Chile, otros tantos en la Argentina y los últimos 3 años en México, siempre en tareas académicas en la universidad y nunca estuve carente de información fidedigna sobre la realidad económica, social y política del país. No sólo a través de las informaciones que nos hacían llegar las agencias noticiosas internacionales, sino por la prensa nacional, por los informes que enviaban los compañeros del partido. Y, en suma, por ese intenso interés que tenía en seguir lo que estaba ocurriendo en el país.
Raúl Salmón: Hace un momento usted Marcelo mencionaba, durante su fugaz actuación como ministro en el gobierno del Gral. Ovando, la nacionalización de la Gulf. ¿Usted ha leído el libro titulado “El fraude de la nacionalización de la Gulf” de Hugo Salamanca? El autor sostiene, abro comillas acá: “La nacionalización fue conducida por Ovando y su cohorte en términos reaccionarios”. ¿Por qué no nos hace un comentario sobre esto?
MQSC: Cómo no.
Raúl Salmón: ¿Leyó el libro?
MQSC: No, la verdad que no he tenido tiempo de leer. Sé de su existencia. Más de un amigo y compañero me ha hablado de este libro y me propongo además leerlo. Creo que es un libro importante, importante porque se refiere a un hecho que tiene importancia en la historia de nuestro país y, además particularmente importante porque se refiere a mí, de modo que estoy obligado a leerlo. Lamento no haber dispuesto tiempo hasta ahora.
En cuanto al juicio que le merece al autor la nacionalización del petróleo. Me habría gustado opinar con más elementos de información. Saber en qué basa ese criterio. Pero es una buena ocasión para decir lo que significó aquella medida. Es bueno recordar, por ejemplo, que antes de la nacionalización del petróleo, el 90% de las reservas gasíferas del país estaban en poder de la Gulf. Es bueno recordar que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), compraba a la Gulf el petróleo necesario para poder abastecer al mercado interno. Y es bueno recordar que esa empresa, Gulf, ingresó al país gracias a la aprobación de un Código del Petróleo, que el pueblo ha bautizado con el apellido del abogado norteamericano que lo redactó: Davenport. Código del Petróleo aprobado durante el gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario y elogiado por el New York Times, como el código más liberal y beneficioso para las compañías privadas que se hubiese dado en Occidente.
Ahora bien, cuando procedimos a la nacionalización del petróleo se levantaron críticas, muchas de ellas violentas. Se decía que era una medida imprudente que traería consecuencias económicas negativas a corto plazo. Dije en aquél entonces que la ocasión para proceder a la reversión, al dominio del Estado de una riqueza natural como esa de carácter estratégica debía ser la ocasión en la que se tenga el poder político necesario para decidir una medida así. Y que si los autores de la Reforma Agraria, hubiesen dudado o vacilado en resolver esta medida, por las consecuencias negativas de corto plazo, habrían incurrido en un acto de miopía política.
¿Cuáles los beneficios de esta medida? En primer término, tanto Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos como Bolivian Gulf habían conformado una sociedad mixta para vender gas a la Argentina. En una de las cláusulas se establecía que si una de las dos entidades no aportaba con el 50% del volumen de gas sería desplazada por la otra, y la otra asumiría la provisión del total. Como las reservas gasíferas estaban en un 90% en poder de la Gulf, era absolutamente seguro que el gasoducto tendido a la Argentina y la vigencia del contrato eran dos medidas que se habían adoptado en beneficio de la Gulf. A partir de la nacionalización del petróleo, no solamente YPFB no necesita comprar petróleo a una empresa extranjera, sino que comienza a exportar una cantidad importante. Lo que se ha recuperado para el país, sumando las reservas gasíferas y petrolíferas, supera el valor de 5 mil millones de dólares. De hecho, el petróleo en estos 7 años de gobierno del Gral. Banzer, se ha constituido en el principal rubro a la formación del presupuesto nacional. Es el principal aporte al Tesoro Nacional. El mismo gobierno, formado por los mismos que intentaron impedir la nacionalización del petróleo la madrugada del 17 de octubre, ha servido para sostener económica y financieramente a un régimen que repudió aquella medida.
Raúl Salmón: Marcelo va a ser muy grato para nosotros y para quienes escuchan Radio Nueva América, cuando usted tenga la oportunidad de leer este libro: “El fraude la nacionalización de la Gulf”, podamos volver a entrevistarlo y recoger sus comentarios.
MQSC: Con el mayor gusto.
Raúl Salmón: Bueno, fuera del Mariscal Santa Cruz, tantas veces elogiado por nuestros políticos, ¿quién juzga, Don Marcelo Quiroga, que fue el gobernante boliviano sin tacha alguna, por lo menos en lo que va de este siglo para acercarnos más a una realidad?
MQSC: Si, el tiempo transcurrido creo que ha depurado a algunas figuras, las ha liberado, sobre todo de aquellos aspectos negativos que la pasión política ha podido añadir a su gestión administrativa. Sin embargo, hay que decirlo resueltamente: no hay hombre público sin tacha, si es que por tacha vamos a entender no una falta de carácter moral, sino el equívoco, el error, la falla. Creo que nadie, absolutamente, nadie, en nuestra historia, está libre de un juicio crítico fundado en la realidad de su conducta. Pero quisiera, al mismo tiempo, añadir un juicio valorativo, sin duda, discutible: creo que no hay gobierno, no digo gobernante, porque pienso que el propio general Banzer es un administrador transitorio dentro de un sistema que excede las dimensiones y la capacidad de realización individual en el gobierno. Creo que no hay régimen de gobierno como el presidido por el Gral. Banzer al que pueda criticársele más y con mayores fundamentos.
Raúl Salmón: Finalmente en lo que me toca mi última pregunta: ¿Si Bolivia mantiene una suerte de Capitalismo de Estado con 85% de empresas estatizadas, en caso de ser usted gobernante que estatizaría o que socializaría?
MQSC: Sí antes de decir aquello, que yo creo que todavía debe ser incorporado al dominio del estado, quisiera emitir un juicio a propósito de un criterio difundido, sobre todo, en círculos de la empresa privada. Suele oponerse la empresa estatal a la privada, descalificando a la empresa estatal por ser mala administradora. Se juzga que el Estado es un mal administrador y que, por tanto, las empresas del estado debieran dejar de serlo. Desde luego me refiero a los dirigentes de la empresa privada, me refiero a aquellos titulares del sector monopólico de la actividad privada, vinculados directamente al imperialismo. No muestran gran conocimiento de la problemática económica, desde luego, poca perspicacia, inclusive para identificar los aspectos positivos que tiene este tipo de empresas administradas por el Estado. Citaré un solo ejemplo. El caso de YPFB. Si esta entidad no fuese estatal, sino privada, no podría mantenerse el régimen subvencionado de los carburantes, porque un régimen subvencionado de los carburantes, es decir, una depreciación en el mercado impuesto por el Estado, traería como consecuencia, una disminución en la rentabilidad de la empresa privada, una disminución de sus utilidades. Si, por el contrario, se aumentaran los precios, éstos incidirían en los costos de producción de la empresa privada. Por lo tanto, en este caso, la empresa privada está consumiendo carburantes, a un precio que no corresponde a la realidad de su costo de producción y la diferencia la está subvencionando el Estado, y el Estado es la economía nacional, es el tributo de todo el pueblo. Sería completamente absurdo pensar en una empresa de servicios como los ferrocarriles, por ejemplo, en manos privadas, porque todo capitalista privado tiene la libertad de imaginar un proyecto empresarial y ejecutarlo. Pero sería realmente incomprensible 2 o 3 empresas privadas ferroviarias compitan en el transporte de carga y pasajeros de La Paz a Oruro. Esta es una función que la asume el estado.
Pero además creemos que otros sectores estratégicos de la economía deben estar en manos del Estado. No referimos a la petroquímica básica, nos referimos a la metalurgia, a la metalmecánica en sus aspectos fundamentales.
Raúl Salmón: Yo creo que ese ha sido un buen prólogo para su respuesta en realidad. Yo quería que usted graficara qué más se tendría que socializar en Bolivia.
MQSC: No queda demasiado, pero hay algunas cosas que quedan y cuya importancia todavía no se ha advertido suficientemente en nuestro país. Si usted me permite yo voy a utilizar nada más que de uno a dos minutos para explicar mejor este criterio y para decirlo de una manera sencilla, para los muchos, porque yo sé que son muchísimos los oyentes de esta radio Nueva América, en particular de este programa.
Raúl Salmón: Una audiencia Heterogénea
MQSC: El país produce, fundamentalmente, minerales, petróleo y gas. Entre estos tres productos se forma aproximadamente el 90% del valor de todas nuestras exportaciones. El producto de estas ventas se traduce en dólares y el país utiliza esos dólares para la importación de todo aquello que no produce. Bien, el Estado produce, genera el 80% de las divisas, de los dólares. La actividad privada sólo produce el 20% de las divisas. Pero quién consume el 80% de las divisas es la actividad privada y el Estado sólo consume el 20% de las divisas. ¿Ahora cómo se las emplea? No se necesita ser socialista para comprender la irracionalidad de un sistema que utiliza los dólares generados en la explotación de un recurso agotable, como es el estaño, como es el wólfram, el bismuto, el petróleo, el gas, para importar por ejemplo, escarbadientes del Brasil, mantequilla de Dinamarca o helados del Perú. Hay que entonces tomar medidas y enérgicas para racionalizar la economía nacional. Tenemos que acabar con esta política económica demencial, que consiste en embriagar a las capas altas de la pequeña burguesía, de mayores ingresos, que pasean deslumbradas por el prado ante un edificio de 20 pisos pero que no se preguntan dónde y cómo viven los albañiles que construyeron esos edificios. Habría que recordarles que el precio del metro cuadrado en La Paz es de 400 dólares y que una cama matrimonial implica por lo menos 2 metros cuadrados. Esto significa que con el valor de la superficie construida de una cama matrimonial se podría construir una casa para un trabajador.
Bien, y para modificar todas estas cosas hay que tomar medidas enérgicas, y yo lo digo resueltamente, algo que muchos partidos de la izquierda no se atreven a decir, hay que nacionalizar la minería mediana, esa minería que conserva el nombre de mediana pero que ya es en este momento la heredera de la gran minería que se nacionalizó hace tantos años.
Proyecciones y tareas
Raúl Salmón: Respetable su punto de vista. Bueno, la última parte de este reportaje va a estar a cargo de Gerardo Irusta sobre sus proyecciones. ¿Un vasito de agua?
MQSC: Por favor.
Raúl Salmón: Sí, con todo gusto
Gerardo Irusta (GI): A manera de interloquio, lo que resulta respetable son las ideas que está formulando don Marcelo Quiroga Santa Cruz y voy a partir del siguiente principio, durante esta campaña preelectoral usted ha utilizado un lema bastante interesante: “Las elecciones terminan el 9 de Julio, pero la lucha no”. Pero de todas maneras usted está ingresando al proceso electoral. Ahora usted ha sido proclamado presidente, digo candidato a la Presidencia de la República. ¿Cuál sería su primera medida de gobierno si es que usted saliera elegido en estas próximas elecciones del 9 de julio?
MQSC: Voy a referirme a una medida que va a preocupar mucho a quienes temen el triunfo del socialismo en nuestro país. Les va a preocupar sobre todo por los alcances que tendría. Pero probablemente se recuperarán muy pronto de esa intranquilidad, pensando en que no son muchas las posibilidades de quién tiene la satisfacción de estar esta tarde con ustedes, ocupe el palacio de gobierno el 6 de Agosto de este año. Yo creo que hay un principio universal que debiera ser invertido en sus efectos en nuestro país. Ese principio dice que toda persona es inocente a menos que se pruebe lo contrario. Yo creo que en nuestro país hay que invertir este axioma universal y comenzar a sostener que son los que tuvieron en sus manos la responsabilidad de administrar los intereses públicos quienes tienen que demostrar que son inocentes. La primera medida que yo tomaría sería obligar a toda persona, que tuvo bajo su responsabilidad la administración de los intereses públicos y nacionales, a demostrar que el origen de sus fortunas es un origen lícito, es un origen legítimo. No puede explicarse lo ocurrido en estos últimos 7 años, es absolutamente inexplicable que un ministro de Estado, un subsecretario, un administrador de una empresa del Estado, un miembro del cuerpo diplomático, autoridades prefecturales, con los sueldos modestos que se pagan en la administración pública, incluida la propia Presidencia de la República, hubiesen salido de la pobreza y se hubiesen convertido en gente de fortuna que además la exhibe con insolencia y con insensibilidad ante un pueblo hundido en la miseria. Esta sería la primera medida.
Gerardo Irusta: Si vamos a votar 2 millones 300 mil ciudadanos ¿Cuántos votos cree que alcanzará su fórmula electoral, don Marcelo?
MQSC: No hemos hecho una estimación, realmente no tenemos elementos de juicio o factores de referencia que nos permitan adelantar, aventurar un criterio a este respecto pero, sin duda, podemos ya decir que serán bastantes menos que aquellos que obtengan fórmulas constituidas por frentes de partidos, es decir, por organizaciones políticas en las que interviene el caudal electoral de 4 o 5 organizaciones. Quizás es bueno recordar que la fórmula que ha levantado el partido socialista será la única de carácter partidario en estas elecciones de julio.
Gerardo Irusta: Don Marcelo, ¿qué tres defectos eliminaría usted de nuestra polemizada y a veces dura y violenta política?
MQSC: Sí, en primer término yo creo que habría que eliminar la inconsecuencia. Estoy pensando en lo ocurrido en las últimas horas. Hace aproximadamente un mes y medio supimos de una negociación frustrada entre el ex canciller Mario Gutiérrez y el actual candidato oficialista General Pereda. Al término de esas gestiones se dio cuenta pública de la razón fundamental del desacuerdo: se trataba de una desinteligencia respecto de la participación porcentual, del porcentaje en que intervendría cada una de estas entidades en el reparto de cargos públicos y de bancas parlamentarias. Y hace muy pocas horas ha ocurrido otro tanto, se ha producido un desacuerdo entre los ex presidentes Paz Estensoro y Siles Suazo, pero no en torno de cuestiones ideológicas o programáticas, sino otra vez en torno de porcentajes de participación. Es verdad, que los negocios desde los Fenicios son así, pero la política no debiera descender a ese nivel. No podemos seguir haciendo política en el estilo de la calle Honda, regateando precios y dimensiones.
La inconsecuencia política además queda subrayada cuando frecuentemente en estos últimos 2 o 3 meses, los presuntos aliados de las vísperas era un dechado de virtudes y cuando fracasan las cuestiones unitarias se convierten en un ato de defectos. Es completamente inadmisible, porque hay una ética en la práctica política, que aquel al que se buscaba como aliado desesperadamente hasta la víspera, se convierta en un ser execrable cuando fracasan las negociaciones. Este es uno de los defectos: la inconsecuencia. Yo creo, perdóneseme esta referencia personal, quizás, uno de los pocos méritos de nuestro muy modesto capital político, es haber mostrado consecuencia a lo largo de nuestra vida.
El segundo defecto que yo procuraría sea eliminado de la práctica política nacional es el de la deshonestidad. Deshonestidad en todos sus aspectos. Deshonestidad en el manejo, en el uso de los intereses públicos y nacionales. Deshonestidad en la expresión de las ideas. Deshonestidad en el trato político, inclusive con el adversario, en el ocultamiento de las propias convicciones.
Y el último de los defectos, si Raúl quería decir algo…
Raúl Salmón: Quería interrumpirle para comentar si esto que relata es producto de su experiencia, lo que estaba mencionando como la falta de consecuencia de la gente…
MQSC: No, en realidad es una observación que hemos podido hacer hace muchos años ya, pero creo que en los últimos meses se ha llegado a extremos realmente intolerables.
Raúl Salmón: Iba usted a mencionar la tercera.
MQSC: La tercera era también eliminar de nuestra práctica política el abuso de poder, la violencia, la crueldad, la persecución innecesaria del adversario. Yo he ejercido, ustedes lo saben, funciones ministeriales y antes, una representación parlamentaria, y estoy profundamente satisfecho, cada vez que recuerdo, que nadie derramó una lagrima por causa mía. A nadie perseguí.
Gerardo Irusta: Don Marcelo, sin utilizar la palabra pueblo, ya tan manoseada en este movimiento político, ¿Cuál podría ser el slogan de su gobierno en caso de ser presidente?
MQSC: No he pensado realmente en una frase que pudiera resumir, las ideas fundamentales, el objetivo central, de un gobierno al servicio de la clase trabajadora y de los sectores populares. Además se ha usado y abusado tanto de frases en las que se intenta depositar una suerte de mimesis, de disimulo, del verdadero propósito político que ya las frases han sido vaciadas de su contenido. En alguna ocasión decíamos nosotros que una de las prácticas hábiles de la derecha consiste justamente en desvirtuar el sentido semántico de ciertas palabras. Vivimos un momento en el que los más fieles representantes de los intereses imperialistas hablan de revolución, un tiempo en el cual aquellos que han subastado el patrimonio territorial del país hablan de patriotismo, un tiempo en el que los legítimos defensores de los intereses de la derecha hablan de izquierda. De modo que temo mucho en utilizar una expresión ya no tendría el efecto que debería tener.
Gerardo Irusta: Don Marcelo, perdón, no sé si me permite, apartándome un poco de este cuestionario. Hay un hecho político que mientras todas las agrupaciones políticas o por lo menos una mayoría, por lo menos en estas últimas 48 horas se han visto desesperadas en la integración de frentes políticos, su partido, desde hace bastante tiempo, no ha mostrado mucho interés de integrarse a ningún frente político. ¿A qué se debe esta situación? En un documento que ustedes daban a conocer no daban suficiente explicación de esta situación.
MQSC: No creímos necesario ayer explicar nuevamente porque ya lo hicimos en otros tres documentos. El primero de ellos data de enero de este año y bajo el título de “Mañana el Pueblo” se publicó en los tiempos de Cochabamba y luego se reimprimió en La Paz y circuló profusamente. El segundo es una carta abierta del 10 de abril, dirigida al MNRI, indicando las razones por las cuales el partido socialista se retiraba de las conversaciones preliminares para la constitución de esto que devino después en el frente de la UDP. Y el tercer documento es uno entregado a conocimiento de la prensa, al día siguiente del retorno del ex presidente Paz Estensoro, bajo el título “Antes que sea Tarde”. Allí está fijado nuestro pensamiento y este se resume en los siguientes conceptos: nosotros desde el inicio, en enero de este año, propugnamos la conformación de un instrumento unitario de la izquierda, ilimitado en lo que hace la izquierda, pero precisamente limitado hacia la derecha a la presencia del MNRI. Dijimos desde el inicio que no aceptaríamos ninguna forma de entendimiento con partidos de la derecha y mucho menos con aquellos que se hicieron cómplices de la dictadura de Banzer. Nos retiramos de ese intento, y a partir de ese momento, sostuvimos que habiéndose escindido la izquierda en dos frentes había que evitar que esta escisión fracturara la unidad del movimiento obrero y lanzamos la consigna de un frente de frentes. Nos preservamos independientes en espera que se agotaran todos los recursos de conciliación. Éstos se han agotado. Tenemos el derecho y el deber revolucionario de señalar un camino distinto a aquel que se han dado por razones electoralistas o circunstanciales en los frentes que hasta este momento se han constituido.
Raúl Salmón: Finalmente y cerrando este reportaje, para una respuesta corta porque el tiempo nos apremia, don Marcelo Quiroga Santa Cruz, mi experiencia, mi pequeña experiencia periodística pero a lo largo de muchos años, me hace ver el cuadro político boliviano de este modo: que los bolivianos nos politizamos hasta excesos humillantes como aquel de que las mujeres se convirtieron en barzolas o nos despolitizados hasta una indiferencia un tanto suicida como la de estos días. ¿Cree usted que esa especie de balance del juicio de este periodista tiene algo que ver con nuestra realidad?
MQSC: Sí, sí, absolutamente, yo creo que además hay en todos aún en aquellos apasionados por el fútbol la sospecha fundada de que muchos de estos acontecimientos, no me refiero precisamente a este evento mundial que interesa tanto, pero que muchos de estos acontecimientos forman parte de una campaña sutil que contribuye a la desorientación, a la distracción general. Quisiera dar un sólo hecho a modo de ejemplo. En nuestro país se realizaron, no hace mucho, yo no estaba acá todavía, los Juegos Bolivarianos. Es sin duda, que no es tarea desdeñable, y no carece la importancia la de fomentar la práctica del deporte. Me parece una cosa muy importante y creo que todos debemos celebrar el que el estadio principal de La Paz tenga una mayor capacidad y un mejor aspecto de los que tenía antes. Pero, tal vez, en lo que no se ha reparado es que el costo que demandó el financiamiento que fue necesario para la realización de esos Juegos Bolivarianos fue de 37 millones de dólares y que esa suma es la equivalente a la necesaria para el financiamiento de los hornos de fundición de estaño para la totalidad de la producción de estaño nacional. Se trata entonces de definir un orden de prioridades en el gasto. Naturalmente que si un padre de familia utiliza todo su sueldo para comprar algo superfluo, a ninguno de los miembros de la familia le va a disgustar que eso superfluo este en la casa, pero si para ello tiene que privar del pan a sus hijos, ese padre de familia es un pésimo administrador de la economía doméstica, y eso es lo que pasa en nuestro país.
Raúl Salmón: Señores informales, durante 37 minutos y 15 segundos, hemos estado conversando con don Marcelo Quiroga Santa Cruz, propuesto a la presidencia de la República por su partido, el Partido Socialista. Lo que importa de este diálogo, don Marcelo Quiroga Santa Cruz, es el hecho de que no se haya sentido incómodo con nuestras preguntas que en lo posible tratan de reflejar una inquietud de la calle.
MQSC: Al contrario, ninguna pregunta me ha incomodado. Les agradezco por todas ellas, y sobre todo, les agradezco por esta invitación a dialogar con periodistas agudos de una radioemisora como la de ustedes que tiene un merecido prestigio, en una audiencia muy extensa.