A 40 años de la desaparición física del líder socialista (1980-2020). No al contrato de venta de gas al Brasil: “¿De qué gas vamos a disponer los bolivianos?”: MQSC (TEXTO Y AUDIO COMPLETO)

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Intervención de Marcelo en el Seminario obrero de promoción sindical (La Paz, Radio Continental, noviembre de 1978), donde, 10 años después de la nacionalización, analiza la situación de los hidrocarburos, el contrato de venta de gas al Brasil, la brasileñización del poder político y el despilfarro por la dictadura banzerista de los beneficios económicos de la expropiación a la Gulf. ¿De qué gas vamos a disponer los bolivianos?, se pregunta. Un análisis vigente.

 

… No me habría sido posible contar con esta tribuna privilegiada de los trabajadores para hablar de un asunto de interés nacional y popular. Ni siquiera habríamos estado, tal vez, en el país. Me refiero a este hecho, para subrayar primero, que esta recuperación solamente parcial de las libertades y derechos democráticos no se debe a la decisión de un gobierno militar, sino a la resolución de las masas trabajadoras movilizadas que han arrancado a un régimen de fuerza la devolución de una parte solamente, hasta ahora, de las libertades y derechos fundamentales.

Pero también es importante ponerse a pensar, en que la reconquista de ese espacio político democrático, debe exigir de todos nosotros una actitud vigilante, militante.

No hay que pensar que ese espacio reconquistado está reconquistado para siempre, que hay que defenderlo y hay que defenderlo no sólo para no retroceder, sino para avanzar en la conquista de otros derechos que todavía no nos han sido devueltos, un derecho sustancial, el de elegir a nuestros propios gobernantes. El derecho que tiene todo pueblo a elegir el gobierno de su preferencia, y este es un derecho que está todavía por conquistar.

La conquista de este derecho, es decir, el proceso de constitucionalización del gobierno, de los poderes del Estado, demanda también un grado superior de organización y movilización de las masas. Exige la conclusión de este proceso de reorganización del movimiento obrero.

Es importantísimo para la suerte de la clase trabajadora, de los sectores populares y el destino nacional, que no se demore innecesariamente y por mucho tiempo la conclusión de este proceso. Es importante que el V Congreso de la COB se realice cuanto antes y que cuando el régimen se vea en la necesidad de restablecer un sistema duramente represivo para detener la protesta popular, ante las medidas económicas antipopulares que se apresta a adoptar, encuentre a un movimiento obrero sólidamente organizado con una clara orientación popular y revolucionaria y decidido a resistir el nuevo embate de la reacción proimperialista.

 

Medios de comunicación del pueblo

 

¿Cuáles son los medios que podemos utilizar?

Cuando digo que podemos, me refiero a los trabajadores, a los sectores populares, al pueblo de Bolivia. Qué medios están a nuestro alcance para poder analizar y discutir públicamente problemas, asuntos de la importancia de este que nos reúne hoy día: la explotación del petróleo y el gas y la exportación del gas al Brasil.

Vamos a citar un solo ejemplo: si se trata de un partido de izquierda es decir de un partido que representa los intereses de los trabajadores puede escribir un documento. Si ese documento lo entrega en una conferencia de prensa, por muy buen voluntad que pongan los periodistas, al día siguiente en los diarios, no vamos a encontrar sino unas cuantas líneas en que se resume todo un trabajo, todo un estudio o un análisis extenso.

Por lo tanto, los trabajadores al día siguiente, al leer esas pocas líneas, no tienen elementos de juicio, no pueden por esas pocas líneas realmente llegar a comprender en qué consiste el problema. Cuáles son las razones que están en contra o a favor de una decisión del gobierno.

Para que se conozca íntegramente el documento habría que pagar lo que se llama en nuestro país una solicitada. Habría que contratar un espacio en alguno de los diarios. Y ustedes saben lo que cuesta, porque los trabajadores a veces se ven obligados a pagar la solicitada de un comunicado, de una citación, para una reunión.

Un tema como el que vamos a tratar esta tarde exigiría pagar, no una, sino varias páginas de un diario, y cada página significa un gasto de no menos de 15 mil pesos bolivianos.

Cuando se es militante de un partido de izquierda, es decir, de un partido de los trabajadores, y no se tiene el apoyo financiero que tienen los partidos de la derecha, apoyo que proviene del imperialismo y la oligarquía, no hay el dinero para pagar esa solicitada. Entonces la lucha es muy desigual, es muy difícil, porque carecemos de medios para llegar a los trabajadores, al pueblo, y hacer conocer las razones de nuestra posición.

Por eso es importante meditar en eso que se dice con frecuencia: la Opinión Pública Nacional. ¿Cuál es la Opinión Pública Nacional? ¿Es acaso la opinión de ustedes? ¿Es la opinión de los trabajadores? ¿Qué medios tienen ellos para expresar su opinión?

Eso que se llama la Opinión Pública, es la opinión de aquellos sectores y grupos que tienen el control de los medios de comunicación o tienen el privilegio de llegar a esos medios de comunicación. Pero los trabajadores, ustedes, no tiene medios para decir lo que piensan y ni siquiera medios para conocer lo que piensan otros, que aunque no sean trabajadores, están junto a ustedes en la gran lucha histórica del proletariado.

Por esto, una ocasión como esta, una reunión con compañeros trabajadores, además con el privilegio de ser transmitida por una radioemisora de los trabajadores debe ser aprovechada con la mayor seriedad y responsabilidad.

Yo quisiera que a esta nuestra reunión le demos no el carácter de una conferencia, de una disertación. Hagamos un diálogo fraternal, que ustedes me interrumpan cada vez que crean que mi explicación es confusa, que no es simple, que no es clara y que me hagan todas las preguntas que crean conveniente. Lo importante es que de aquí salgamos todos con una idea, con una noción clara del problema que vamos a tratar.

 

La importancia económica de los hidrocarburos

 

Comenzaremos por decir cuál es la importancia económica de los hidrocarburos.

La palabra hidrocarburos significa el petróleo y el gas. Es decir, hidrocarburos en forma líquida es el petróleo o el crudo e hidrocarburos en forma de gas.

Para dar una idea de la importancia económica hay que comenzar por pensar en que se trata de un producto que no tiene renovación.

No ocurre lo mismo que con cualquier otro producto industrial o cualquier otro producto natural, por ejemplo, la producción agrícola que se renueva todos los años y más de una vez al año. Las cosechas, por ejemplo, son algo que se hace periódicamente. Los hidrocarburos se explotan una vez y para siempre. No hay posibilidad de renovarlos, no hay posibilidad de reemplazarlos. Por eso se dice que son recursos naturales no renovables, susceptibles de agotamiento.

El petróleo y el gas se producen en un proceso que implica no solamente miles o cientos de miles de años, sino inclusive a lo largo del desarrollo de la formación de nuestro planeta, en millones de años.

Es un proceso de descomposición de productos naturales que fueron depositándose en el fondo de los mares y que después fueron transcurriendo bajo la tierra, desplazándose de un lugar a otro lugar. Hay zonas en la que ese petróleo, que forma como una especie de lago bajo el suelo, es atrapado por formaciones de roca, entrampado por formaciones rocosas y esto es lo que se llama un yacimiento.

 

Nuestra civilización, es una civilización devoradora de energía

 

Ahora, estos recursos de hidrocarburos, son cada vez más escasos. En los primeros cincuenta años de este siglo, es decir entre 1900 y 1950, la humanidad ha consumido más petróleo y gas que en todo el resto de la historia de la humanidad. Y entre 1950 y 1975, ha consumido mucho más que en los cincuenta años anteriores, es decir, cada día se consume más. Nuestra civilización, es una civilización devoradora de energía, porque el progreso científico, el desarrollo tecnológico, el desarrollo industrial cada vez requiere de más petróleo y más gas en dos formas de utilización: como energético, por ejemplo, la gasolina, el fuel oil, el diesel, el kerosene, para producir energía. Ustedes conocen seguramente muchas industrias accionados a diesel, o se utiliza el kerosene para generar energía de uso doméstico para hacer hervir el agua.

El propósito no es solamente que sirva de energía. La utilización del gas y del petróleo también es industrial. Se utiliza como materia prima para toda la industria petroquímica, es decir, la química basada en el petróleo. Hoy día, si ustedes van por el mercado negro, por una calle de los sectores populares, si ven en sus propias casas, en su propia persona, van a encontrar que vivimos un tiempo caracterizado por el uso de los productos de plástico. El plástico está en todo: zapatos de plástico, telas de plástico, utensilios, en fin, son miles y miles de productos que se logran a base del petróleo y el gas.

 

Los Estados Unidos, primer consumidor de gas y petróleo

 

En el mundo capitalista, hay una nación, ustedes lo saben, un país que es el que hegemoniza, el que conduce el sistema capitalista a nivel internacional, es decir el sistema imperialista, que es la última fase del proceso de desarrollo del capitalismo. Este país es los Estados Unidos de América.

No hay país en el mundo que consuma más petróleo y gas que los Estados Unidos. Pero a lo largo de muchos años, Estados Unidos siempre prefirió utilizar el petróleo y el gas de otros países, aunque tenía una gran cantidad de petróleo y de gas dentro de su propio territorio.

Por eso es que cuando se aprobó aquí en Bolivia el llamado Código Davenport por el gobierno del MNR, vinieron a Bolivia alrededor de 16 compañías privadas extranjeras, casi todas norteamericanas.

Por eso es que cuando el gobierno del general Banzer desnacionaliza el petróleo otra vez, al aprobar la ley de hidrocarburos en 1972, vienen nuevamente compañías privadas extranjeras, sobre todo norteamericanas, en un número de 19, y entre todas ellas reparte alrededor del 16 o 17% de toda la superficie territorial del país.

Esas empresas privadas norteamericanas, sobre todo, cumplen la tarea de descubrir dónde hay petróleo y gas y luego explotarlo, de modo que el petróleo y el gas, que está en el subsuelo del territorio norteamericano, sea guardado como una reserva para cuando se agote el petróleo y el gas del resto de los países capitalistas que están sometidos a su control.

Por esto Estados Unidos, hace ya muchísimos años, se abastece sobre todo de petróleo extraído de los países árabes, de Arabia Saudita, Siria, etc. Y conserva en lo posible sus propias reservas.

Pero llegó un momento, a raíz de la guerra entre Israel y los países árabes, en que los países árabes dijeron: vamos a seguir vendiendo petróleo, pero ya no más al precio de regalo que ustedes nos imponían. Si quieren nuestro petróleo van a pagar un precio remunerativo, un precio justo.

Esto es lo que se llama la crisis energética. En realidad, no es que falte petróleo, sigue habiendo en este momento suficiente para mandar desde el mundo árabe hasta EE.UU. Lo que pasa es que ahora EE.UU. tiene que pagar mucho más de lo que pagaba antes.

¿Y cuánto importa Estados Unidos al día de petróleo?

Piensen ustedes como dato comparativo. Nuestro país exportaba hasta hace unos días, hemos dejado de ser país exportador, exportaba más o menos 4 mil/5mil barriles al día. EE.UU. importa cada día, entre 9 y 10 millones de barriles. El pagar esos 10 millones de barriles al día, significa una erogación que está destruyendo la economía norteamericana. Han hecho estudios para ver si los Estados Unidos podrían satisfacer sus necesidades de petróleo con sus propias reservas. Es decir, si podrían prescindir de los países árabes, si podrían prescindir de la importación, consumir su propio petróleo. La conclusión a que han llegado todos los organismos del gobierno norteamericano es que esto es imposible y que cada día que pasa, los Estados Unidos tendrán que importar más petróleo.

Es decir, la primera potencia industrial del mundo, la primera potencia militar del mundo, es hoy día la más dependiente energéticamente. Depende de los recursos de petróleo y de gas que están en otros países. Pero como el petróleo y el gas que está en los países árabes es un petróleo y un gas que ya no puede estar controlado con seguridad por los Estados Unidos de América, porque esa es una zona donde se está librando la gran batalla, a veces en la batalla se llega no solamente a la lucha ideológica y a la pugna económica, sino también a las armas, que es el caso de la guerra medio oriental, allá se está librando, digo, la gran lucha entre el mundo capitalista y el mundo socialista.

EE.UU. piensa su gobierno que un día, tal vez, próximo, ya no va a poder contar con el petróleo del mundo árabe y entonces piensa ¿de donde vamos a sacar el petróleo y el gas que no tenemos y cada vez necesitamos importar en mayor cantidad? Y es, en este momento, que el gobierno norteamericano pone sus ojos en nosotros, pone sus ojos en América Latina.

 

América Latina en la mirada de los Estados Unidos

 

América Latina es un área que siempre fue considerada por el gobierno norteamericano como parte integrante del sistema del Sistema de Seguridad Nacional. Pero, además, ahora, América Latina adquiere un otro carácter, una nueva significación. América Latina resulta ser el último lugar donde los EE.UU. pueden encontrar depósitos de petróleo y gas bajo su control. Por eso, desarrollan la política que desarrollan. Por eso, cuando surge un gobierno contrario a los intereses populares, un régimen proimperialista, como el instalado en Bolivia el 21 de agosto de 1971, lo primero que hacen es imponerle a ese gobierno leyes como la Ley de Hidrocarburos, es decir, la desnacionalización del petróleo y que se abran las puertas del país para que aquí lleguen: 10,15 o 20 compañías norteamericanas, busquen petróleo, lo encuentren y comiencen a exportar.

 

Importancia estratégica del gas y petróleo

 

Hemos hablado de la importancia económica del petróleo y del gas. Pero hay una otra significación y es la importancia estratégica del petróleo y del gas.

Ustedes saben, porque además han sufrido las consecuencias directamente, que en nuestro país hay un régimen militar que ya dura 14 años, de 1964 a esta fecha.

Es un largo período militar de 14 años, aunque no se puede identificar las figuras de Barrientos Ortuño, Ovando, Tórres, Banzer y Pereda, porque hay diferencias, sobre todo, entre Barrientos, Banzer y Pereda, por una parte, y Ovando y Tórres, por  otra. Lo cierto es que se trata de un régimen asentado en el apoyo de las Fuerzas Armadas. El factor de poder decisivo, excluyente, son las fuerzas armadas.

Habría que preguntar, en este momento, a los propios miembros de las Fuerzas Armadas, a los oficiales que hoy día están sirviendo en guarniciones del interior ¿qué ocurriría si el día de mañana, Bolivia se convierte en un importador de petróleo?

Yo voy a explicar después y demostrar cómo Bolivia que fue exportador hasta hacia un mes, ha dejado ser exportador de petróleo, y el próximo año, 1979, comenzará a ser un país importador de petróleo.

Si nosotros no tenemos gas, no podemos tener una fábrica de explosivos. Y ustedes saben que los explosivos son indispensables, no solamente para la industria minera que es la industria fundamental del país. ¿Con qué fabricarían, inclusive, municiones los miembros de las Fuerzas Armadas, si no tuviésemos el gas?

Y si no tenemos petróleo, por lo tanto, no tenemos gasolina. ¿Y con qué combustible se moverían los vehículos de uso militar?

Vivimos una situación internacional sumamente difícil. Ustedes lo saben. Hay el riesgo de una guerra entre Argentina y Chile y hay el peligro de que nuestro país, Bolivia, sea involucrado en ese conflicto. Pero como nuestro país no tiene salida al mar, somos un país mediterráneo, rodeado de otros cinco países, en caso de un conflicto armado, lo que ocurriría es que las importaciones de petróleo tendrían que hacerse a través de puertos controlados por los países vecinos y si estos países entran en guerra, puertos absolutamente inutilizables, para traer petróleo a Bolivia.

Y esta es la situación a la que nos están conduciendo.

 

Agotamiento de las reservas

 

Veamos ahora por qué razón y cómo se está agotando nuestro petróleo.

Antes de la nacionalización del petróleo en 1969, la empresa norteamericana Gulf, controlaba el 90% de las reservas de gas del país, de todo el gas existente y conocido en el país. El 90% era de la Gulf y solo el 10% de YPFB.

En lo que hace al petróleo, al crudo, más o menos un 80% y fracción estaba en manos de la empresa norteamericana, y sólo el saldo, algo menos de un 20%, estaba en poder de yacimientos. Esto en lo que hace a las reservas, a la cantidad que cada uno tenía en el subsuelo.

Pero en cuanto a la producción, antes de la nacionalización del petróleo, bastante antes de 1969, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tenía que comprarle a la Gulf petróleo para poder asistir a las necesidades internas, para refinar, producir gasolina y venderla dentro del país, es decir, ya éramos, en la práctica, un país que estaba importando petróleo.

¿Por qué decimos importando petróleo? Es verdad que el petróleo no venía de fuera del país, el petróleo era el que estaba aquí en el país, pero como era un petróleo que la Gulf le vendía en dólares a yacimientos, era como si el estado importara petróleo de fuera, pagando en dólares, porque esos dólares que recibía la Gulf los mandaba a su cuenta corriente fuera del país, no se quedaban en Bolivia. Esta era la situación.

 

Superestado petrolero

 

Y como ese era el poder económico tremendo que había acumulado la Gulf, llegó a sobornar a todos los funcionarios públicos. Ya conocen ustedes la denuncia que formulamos, desde el exilio, el año 1975, que fue después probada por las investigaciones en el senado norteamericano.

La Gulf sobornó, desde el Presidente de la República, pasando por ministros de estado, senadores, diputados, Director General de Petróleos, periodistas y hasta algunos dirigentes sindicales petroleros.

Habían logrado comprar un gobierno. Se había convertido la Gulf, como en su tiempo fue la Patiño Mines, Hochschild o Aramayo, en un nuevo Superestado. Había que expulsarla del país, había que recuperar esa riqueza para el dominio del estado, porque es un recurso estratégico, porque es de un valor económico inapreciable y expulsamos a la Gulf.

 

Resultado de la nacionalización de la Gulf

 

¿Cuál fue el resultado de la expulsión de la Gulf?

El país recuperó gas y petróleo que estaban en poder de la Gulf por un valor de 5 mil millones de dólares. Gracias a esa medida, la Nacionalización del Petróleo, es que el gobierno del general Banzer pudo sobrevivir.

El 21 de agosto de 1971, el barril de petróleo se vendía en el mercado internacional a 2,50 dólares, es decir, 50 pesos el barril. Desde 1974, el barril llegó a venderse a 16 dólares, es decir, 320 pesos cada uno.

Otro tanto ocurrió con la medida de la Nacionalización de las Minas.

Se vendía, la libra fina de estaño a 1,50 dólares, al 21 de agosto de 1971. Y ustedes habrán escuchado por radio todos los días, las semanas pasadas, la información de que el estaño logró venderse por encima de 7,50 dólares.

Eso permitió al gobierno de Banzer recibir una cantidad de dinero al año que jamás ningún gobierno en nuestra historia había recibido.

Todo lo que el país vende al año al exterior, todo el valor de sus exportaciones, era de más o menos unos 200 millones de dólares al año, hasta el año 1971. Hoy día, el valor de las exportaciones está por encima de 700 millones de dólares.

Un gobierno que recibe como ningún otro en nuestra historia, tres o cuatro veces más de lo que recibían todos los otros, era un gobierno que no debía tener necesidad de contraer más deudas. Es como si un trabajador fabril, en lugar de ganar 3 mil pesos, le aumentan su sueldo a 6 mil, debería serle suficiente para vivir en mejores condiciones que antes, y no contraer más bien deudas y más obligaciones. Debería servirle para pagar alguna de las deudas que tenía.

 

Banzer: deuda externa, despilfarro y corrupción económica

 

¿Pero qué ha pasado con el gobierno?

Bolivia debía al exterior hasta el año 1971, más o menos 500 millones de dólares, y cuando el general Banzer se fue nos presentó a esta nueva Bolivia en quiebra, a este desastre que nos deja como herencia a nosotros y a las nuevas generaciones: una deuda externa que está por encima de los 2.500 millones de dólares. 2.000 millones de dólares en siete años de gobierno.

Doy estos datos para llegar a una conclusión compañeros trabajadores fabriles: durante estos siete años un gobierno que dispuso de tres o cuatro veces más de ingresos por concepto de exportaciones, un gobierno que recibe en préstamo 2.000 millones de dólares, un gobierno que devalúa la moneda, como la devaluó en 1972, lo que significa arrancarles a los trabajadores el valor adquisitivo de su salario real, es un gobierno que tuvo como ningún otro en nuestra historia condiciones favorables para utilizar esa economía extraordinaria en beneficio del pueblo de Bolivia.

¿Cuáles son las medidas que se han tomado, cuáles son las obras que se han desarrollado?

Ahí tenemos una autopista donde muere casi cada día una persona en accidentes que ha llegado a costar mucho más que el precio original. Y así toda obra pública.

Tenemos algunas obras públicas demagógicamente proyectadas. Ustedes podrían estar esta tarde en ese partido de fútbol que se está realizando o va a realizarse, por ejemplo. Un Estadio verdaderamente remodelado, un estadio donde entra más gente. A todos nos gusta ver un estadio mejor. ¿Pero cuánto ha costado esa remodelación? 37 millones de dólares se han gastado en los famosos Juegos Bolivarianos. 37 millones de dólares.

¿Para qué habrían alcanzado esos 37 millones de dólares?

Habrían sido suficientes para financiar toda la fundición de estaño del país, la materia prima de la que vive substancialmente nuestro país, la base de nuestra economía.

Es decir, es un gobierno que hace una que otra obra visible más o menos espectacular, demagógicamente, para engañar, inclusive, a los sectores populares, pero que en el fondo derrocha esa economía y la encontramos después en forma de fortunas personales de todos aquellos que han sido funcionarios públicos, ministros de estado, que entraron sin un centavo y salieron ricos, por haber alquilado sus servicios como funcionarios públicos a la pequeña oligarquía que es la que controla el poder en nuestro país.

 

El engaño del gobierno sobre las reservas de petróleo y gas

 

Vamos ahora a explicar las razones por las cuales estamos en vísperas de convertirnos en un país importador de petróleo, habiendo sido un país exportador, hasta hace muy poco.

El gobierno, cuando se refiere al tema de las reservas de petróleo y de gas, engaña y engaña, además de la manera más absurda.

Yo quisiera explicar, de la manera más simple posible, la diferencia que hay entre las reservas probables, las reservas probadas y las reservas recuperables.

El proceso de búsqueda, de descubrimiento de petróleo, es más o menos el siguiente.

Los técnicos comienzan a buscar petróleo y gas en lugares que consideran son probables de alojar estos dos recursos, por diferentes técnicas, por diferentes métodos.

Cuando llegan a identificar un lugar en el que creen que hay muchas probabilidades de encontrar petróleo, llega un momento en que perforan. La perforación es la única manera de estar realmente seguros si hay o no hay petróleo ahí abajo.

Ahora cuando perforan y encuentran petróleo, por poco que sea, ya han salido de una duda: saben que ahí hay petróleo, pero no se sabe en qué cantidad. Podría ser que haya muy poco y, en ese caso, no se justifica el perforar. El gasto de la perforación sería mayor que el valor de esa poca cantidad de petróleo que se saque. Entonces, no se puede tomar en cuenta ese petróleo. Simplemente hay que abandonarlo.

Cuando se perfora y se encuentra una buena cantidad de petróleo que justifique la explotación de ese campo, que justifique inversiones para extraer ese petróleo a la superficie, entonces, estamos frente a lo que se llama reservas probables, es decir, se hace un cálculo aproximado, se calcula que esa especie de lago que hay abajo tiene un determinado número de kilómetros de largo, por un determinado número de kilómetros de ancho y una profundidad determinada. Se hace un cálculo y entonces se piensa que ahí hay, más o menos, tantos miles de barriles de petróleo.

Pero eso es solamente una probabilidad, es un cálculo aproximado. No hay la seguridad. Eso es lo que se llama reservas probables. Es una probabilidad.

Las reservas probadas, son aquellas que realmente existen, luego de un estudio que es muy difícil, muy complicado, y que determina la seguridad de la cantidad de petróleo que hay abajo. Esas son las reservas probadas.

Pero no todo el petróleo que está en el subsuelo sale a la superficie. Siempre hay una parte del petróleo y del gas que se queda atrapado abajo. No sale todo.

De modo que lo único que hay que considerar es lo que se llaman las reservas probadas recuperables, es decir, ese porcentaje de petróleo que se puede sacar a la superficie.

Más o menos, hay un 15% de petróleo que siempre se queda abajo. Eso depende, además, de la mayor o menor habilidad de las técnicas que se utilicen para sacar el petróleo.

El primer engaño del gobierno es decir que tiene reservas y da una cifra cualquiera, pero está pensando en las reservas probables. No está hablándonos de las probadas y mucho menos de las recuperables.

Ahora bien. Cuando en 1971 el gobierno del general Banzer comenzó a contraer créditos, a prestarse dinero del exterior, tenía que responder a esos préstamos con algo. Voy a poner un ejemplo. Si un trabajador gana 3 mil pesos al mes y va a un Banco a prestarse dinero, bueno lo más probable, es que el Banco no le preste un centavo, porque los bancos se han hecho para prestar dinero al que tiene dinero, no al que no tiene. Pero suponiendo que tenga la suerte de encontrar un Banco que le preste dinero, le va a prestar solamente una suma en proporción a lo que el trabajador gana. Si le van a prestar 3000 pesos van a calcular cuánto es su salario, a ver cuánto puede de su salario destinar cada mes para pagar su deuda.

Lo mismo pasa con un país, con un gobierno. Para prestarle a Bolivia los 2 mil millones de dólares que le han prestado en siete años, el gobierno de Bolivia tenía que probar que el sueldo del país, sus ingresos, habían aumentado y podía seguir contrayendo más deudas.

¿Cómo podían aumentar esos ingresos del país, ese sueldo?: exportando cada vez más y entonces comenzaron a exportar intensamente petróleo para poder incrementar los ingresos.

 

La relación reservas/producción

 

Hay una regla universal a este respecto. Suponiendo que nosotros los bolivianos tuviéramos en este momento 15 barriles de petróleo, nada más, 15 barriles en el subsuelo, que esas sean todas nuestras reservas, no se debería extraer más que 1 barril cada año. ¿Para qué? Para que ese barril nos alcance 15 años, porque ese es el tiempo mínimo necesario, para que se encuentren nuevos campos de petróleo. Esta es una industria en la que se requiere muchos años para descubrir nuevos yacimientos. Esto es lo que se llama la relación que hay entre las reservas y la producción. Es de 1 a 15 y de 1 a 20.

Pero qué es lo que hizo el gobierno de Bolivia a través de YPFB. Comenzó a explotar todo lo que pudo, a sacar la mayor cantidad de petróleo y todo lo que sobraba, y todo lo que no se consumía en el país, a exportarlo, a mandarlo al exterior. Naturalmente, en pocos años, los años que han transcurrido desde la desnacionalización del petróleo, no son sino nueve, y en nueve años estamos en la condición en que estamos ahora: no se exporta más petróleo.

Hay un oleoducto que ha costado demasiado dinero al país, que va hasta el puerto de Arica, el oleoducto Sica Sica – Arica. Hace muchos meses que esa es una tubería que no transporta ni una gota de petróleo. Y todas las inversiones que hizo el país son inútiles. Hay plantas de almacenamiento en Arica para 700 mil barriles que hoy día almacenan aire porque no hay una gota de petróleo.

Hay un oleoducto construido a costa del país, es decir, a costa del esfuerzo de los trabajadores del país, que va hasta la frontera de Argentina, que ahora no transporta ni una gota de petróleo. Hay refinerías que recién están terminándose, que como en el caso de la autopista, han triplicado o más su costo original y que ya cuestan cerca de 200 millones de dólares y que no tendrán petróleo boliviano para refinar. ¿Por qué? Porque agotaron el petróleo.

Agotaron para contraer más deudas y el dinero que provenía de las deudas, del crédito externo lo utilizaban en servicio de la minoría que estaba controlando el poder político, a costa del pueblo trabajador, que tendrá que pagar por muchos años esas obligaciones contraídas por el gobierno militar del general Banzer. Pero hay otra razón más.

El decreto de indemnización a la Gulf decía que había que pagarle una indemnización a la Gulf, restando un porcentaje del valor de todas las exportaciones de petróleo y de gas que fueran de la Gulf, de petróleo y gas que estaban en los campos de la Gulf. Naturalmente a la Gulf le interesaba que cada vez se exportara más, porque, entonces, en menos tiempo, recibió esa indemnización, y como la Gulf ha vuelto a Bolivia, con otros nombres, bajo la apariencia de otras firmas norteamericanas, es la que sigue decidiendo la política petrolera del gobierno, es decir, es la política imperialista y contraria a los intereses nacionales.

 

Bolivia “un mar de petróleo“

 

Bien. Pero poco antes de que se agotara esa reserva excedente, poco antes de que Bolivia dejara de exportar petróleo, las autoridades del gobierno de YPFB, querían convencernos de que Bolivia era un mar de petróleo. Ustedes han tenido que leer y no pueden haberse olvidado, cómo el general Banzer en cierta ocasión, dijo que “Dios estaba con él” y lo convirtió, además, en su vicepresidente, a raíz de un seudo descubrimiento de un campo petrolífero: el famoso campo de Montecristo. No duró, sino unos meses. En febrero de este año ha dejado de producir. No produce ni una gota. Todos los descubrimientos que eran utilizados políticamente para levantar un poco la moral de la población, para persuadirla de que tenían un gobierno que estaba logrando éxitos, han sido engaños.

¿Qué fe puede tener el pueblo de Bolivia en la palabra oficial, en la palabra del gobierno, en la palabra de las autoridades de YPFB, ahora que se trata de una nueva forma de agotamiento que es la del gas?

 

Convenio de compra venta de gas al Brasil y los compromisos incumplidos

 

Y aquí quisiera entrar a la parte final que es una explicación de este convenio internacional que ha suscrito el gobierno del general Pereda con el gobierno del general Geisel del Brasil.

El gobierno del general Banzer, el año 1974, recibió la visita del presidente del Brasil, recuerdan ustedes en Cochabamba, y allí se firmó un Convenio para exportar gas al Brasil.

Desde entonces, han transcurrido cuatro años y medio, porque fue en mayo de 1974, y esta negociación con el Brasil no progresó, no se llevó a la práctica, no entró en ejecución. Pero el gobierno del general Pereda, inmediatamente después de asumir la presidencia, y en ese plazo que transcurrió de 100 días nada más, inicia y termina una negociación en la mayor reserva, a espaldas del pueblo de Bolivia, una negociación que termina en la suscripción de eso que se ha llamado la Carta de Intenciones para la venta de gas al Brasil.

¿En qué consiste este compromiso? Vamos a explicar cada uno de sus puntos.

El año 1974, el gobierno de Banzer se comprometió a exportar 240 millones de pies cúbicos al día de gas (Mp3/d). Pero se comprometió a exportar ese gas con dos condiciones: que el Brasil prestara dinero para desarrollar las reservas de Hierro del Mutún y producir acero allá, además, producir fertilizantes a base de gas y producir selenio. El Brasil se comprometió a apoyar financieramente, a prestar dinero para el desarrollo de eso que se ha llamado el Polo del Sudeste.

La segunda condición era, que como esa industria del acero, la de fertilizantes y de cemento, iba a producir más de lo que el país podía consumir, el excedente, el Brasil se obligaba a comprar, o sea, estaba asegurado el mercado para la producción.

Durante cuatro años y medio, el gobierno dijo al pueblo de Bolivia: hay que vender el gas, hay que vender el gas al Brasil, porque sólo así vamos a conseguir préstamo para el polo de desarrollo y sólo así vamos a tener seguro mercado para nuestros productos. Esta es la gran ventaja.

Resulta que el sucesor del general Banzer y elegido por él mismo, que es el general Pereda, ahora suscribe una Carta de Intenciones con el gobierno del Brasil y le dice: estamos dispuestos a venderle de inmediato, ya no 240 Mp3/d, sino 400 Mp3/d, casi el doble. Y eso inicialmente, para aumentar después, y además renunciamos al mercado y renunciamos a los préstamos, es decir, nos olvidamos del polo de desarrollo. Todo lo que quieren es vaciar de gas el país.

¿Por qué? ¿Con qué propósito aceleran esta negociación? Vamos a plantearnos algunas preguntas para orientarnos sobre el problema.

Si el gobierno del general Banzer, en su momento, y del general Pereda, ahora, estuvieran tan convencidos de que esta operación convienen a los intereses del país, ¿por qué negocian en reserva?, ¿por qué lo hacen en secreto?, ¿por qué no anuncian públicamente su intención y permiten que el pueblo de Bolivia discuta libremente? Que se den todas las razones a favor y en contra. Que los trabajadores y el pueblo tengan la ocasión de conocer todos los argumentos, formarse una opinión, un criterio propio. ¿Por qué ocultan la negociación, inclusive a la propia institución armada?

Las Fuerzas Armadas no han sido consultadas el año 74 para suscribir el Convenio con el presidente del Brasil y no han sido consultadas ahora, el 25 del mes pasado, para firmar la Carta de Intenciones. Después de firmada la Carta de Intenciones, recién, el Ministro de Energía e Hidrocarburos y el gerente de yacimientos viajaron a las guarniciones para explicar en qué consistía la negociación, es decir, un gobierno que invoca el respaldo de las Fuerzas Armadas, no las consulta ni siquiera a ellas para hacer un convenio internacional que implique el agotamiento de ese último recurso que tenemos.

 

Los recursos no renovables son el pan de hoy y el hambre de mañana

 

Y hay que pensar compañeros que a lo largo de nuestra historia este ha sido el signo de nuestro país.

Nacimos como República, nacimos a la vida formalmente independiente, nunca lo hemos sido, somos parte del sistema imperialista y, por lo tanto, formamos parte del área sometida, subordinada, explotada a nivel internacional. Pero tuvimos la fortuna de tener en nuestro territorio recursos no renovables como el estaño, como la plata antes, como el petróleo, hasta hace poco, y el gas del día de mañana. Pero también hemos tenido el infortunio histórico de ser poseedores de esos recursos. Ellos han atraído al capital financiero internacional. Ellos son la base de la consolidación económica de las oligarquías que han de explotar a nuestro pueblo.

Y como son recursos que se agotan, son el dinero de un día, el pan de un día, y el hambre de mucho tiempo. Ahí está ese Cerro Rico de Potosí, lleno de agujeros, como testimonio mudo de una riqueza pasada que jamás sirvió al pueblo de Bolivia. Está nuestro estaño, hace decenas de años que no se descubre más un yacimiento estañífero de la importancia de los que se descubrieron antes. Está nuestro petróleo que ya hemos dejado de exportar y que comenzaremos a importar. Y ahora quieren agotar este último recurso que queda a los bolivianos que es el gas.

 

Debate público sobre las reservas

 

Sobre la Carta de Intenciones suscrita con el Brasil, quisiera ahora comentar algunos de los argumentos que el gobierno da a favor de la negociación.

Para empezar, el gobierno sostiene que hay reservas suficientes. Nosotros, hemos desafiado a los representantes del gobierno a un debate público, con documentos. Que gobierno y nosotros, cada uno lleve documentos que prueben quién dice la verdad y quién tiene la razón sobre las reservas.

El gobierno dice que tenemos 6 billones de pies cúbicos. Nosotros hemos demostrado documentadamente que ésta no es la verdad. Que las reservas probadas recuperables de gas no alcanzan, en realidad, a los 3 billones, es decir, a la mitad y que, tomando en cuenta un incremento que ha podido producirse ligeramente en los últimos años, se aproximaría a 4.

Resulta que Bolivia tiene un compromiso suscrito hace seis años, es decir, las exportaciones de gas a la argentina comenzaron hace seis años, compromiso, por el que se exporta todos los días 150 Mmp3/d, y el gobierno de Banzer y el del general Pereda se han comprometido a aumentar esta cantidad a la Argentina a partir del próximo año, con lo que la Argentina recibirá 220 millones Mp3/d. Si a eso ahora se suma lo que se ha comprometido ahora al Brasil, 400 Mp3/d, tendremos una exportación diaria de más de 600 millones. A ese ritmo de explotación, todas las reservas conocidas, recuperables del país, en este momento, se agotan. Se agotan en la exportación a la Argentina y la exportación al Brasil.

 

¿Y el gas para los bolivianos?

 

¿Y qué queda para Bolivia? ¿De qué gas vamos a disponer los bolivianos?

Pensemos, además, en el uso que debería darse a ese gas. ¿Por qué hay un gasoducto a la Argentina y ahora piensan construir otro hacia el Brasil, pero no hay una tubería que traiga el gas desde los lugares donde se producen, acá (La Paz)? ¿Por qué no hay una tubería que lleve ese gas a las minas? ¿Por qué ese gas no comienza a reemplazar al diesel, no comienza a reemplazar al kerosene, porque es mucho más barato? ¿Por qué no es fuente de energía barata para uso doméstico industrial? Porque quienes conducen el gobierno están interesados en vaciar al país de sus riquezas. Venderlas para seguir endeudando al país.

Si se agota ese gas, Bolivia no podrá tener nunca una acería. Para producir acero necesitamos el gas. Si se agota el gas, Bolivia no podrá tener energía termoeléctrica, generada con gas. No podrá reemplazar el petróleo que se nos está agotando, y que hay muy poco en Bolivia, con ese gas, como energético para producir energía. Hay 20 proyectos industriales que se le ha asignado a Bolivia en este Acuerdo Subregional Andino, el Acuerdo de Cartagena del Mercado Andino. No podrían cumplirse ninguno de los 20 proyectos, porque no tendríamos gas.

Ustedes han debido oir hablar de esa sociedad con la Argentina y Colombia para producir pesticidas. Hace años que viene hablándose de esto. No podríamos producir pesticidas, ni polímeros, ni fertilizantes, nada de aquello que necesita el gas como materia prima.

 

Contenidos húmedos y precios

 

Ahora, ¿en qué términos ha comprometido la venta del gas el gobierno a favor del Brasil?

El gas que se extrae de la tierra es un gas húmedo. Tiene componentes, tiene contenido líquido. Mediante un proceso especial se extrae el contenido húmedo del gas. Ese contenido húmedo es la materia prima para la industria petroquímica. Lo que queda, el saldo, es un gas seco residual, que sólo sirve para producir energía.

El gobierno sostiene que nosotros vamos a vender solamente el gas seco, pero que antes vamos a sacarle el contenido húmedo para utilizarlo en la industria petroquímica. Y como siempre, el gobierno falta a la verdad.

En primer término, el contrato con la Argentina, que está cumpliéndose hace seis años habla también de gas seco, pero hace seis años que Bolivia está exportando gas húmedo. No extrae, absolutamente ninguno de los líquidos contenidos en el gas, porque no hay industria petroquímica en el país, porque no se utiliza, se vende esta materia prima a la Argentina.

Y con el Brasil va a pasar lo mismo, porque la Carta de Intenciones suscrita con el Brasil, no dice gas seco, dice gas natural, es decir gas con el contenido líquido, con el contenido húmedo.

En lo que hace al precio, dice que el precio será igual al precio de aquellos combustibles pesados como el diesel, el kerosene, el fuel oil, supongamos, puesto en el Brasil, puesto en San Pablo, pero descontando el flete desde la frontera.

Pero resulta que el gas nuestro no ha de ser utilizado por el Brasil para producir energía, sino justamente para su industria petroquímica. Son esos contenidos húmedos los que necesita el Brasil y, luego, no dice si el factor de referencia, para definir el precio, va ser el diesel, va ser el kerosene o va a ser el fuel oil, dice los derivados pesados, los combustibles, simplemente.

En cuanto a la revisión periódica del precio, ustedes saben lo que ocurrió con el Contrato con la Argentina. Ese es un contrato de gas que ha sido firmado por el gobierno del general Barrientos Ortuño, cuando el ministerio de Minas y Petróleo estaba en manos del P.I.R., ese ex-partido de izquierda del que era jefe, el que actualmente es Canciller de la República, el señor Ricardo Anaya, el ministro era el señor Miguel Bonifaz y el Gerente de Yacimientos era el coronel Patiño Ayoroa. Ellos firmaron ese Contrato de Venta de gas a la Argentina por 20 años a precio fijo.

El gobierno, dice ahora, que ha conseguido del Brasil, y muestra esto como una gran victoria, que se revise periódicamente el precio del gas. Y hay una cláusula en la Carta de Intenciones que dice lo siguiente: el precio del gas se revisará periódicamente. Pero no dice en qué períodos. ¿Cada seis meses, cada año, cada veinte años, cada cuánto tiempo? Dice simplemente periódicamente.

Y luego dice se revisará el precio del gas, en relación con el precio que tengan ciertos hidrocarburos en el mercado internacional. Qué hidrocarburos, es decir, es una cláusula que podría decirse en otras palabras, el precio se revisará de cuando en cuando, en relación con los precios que obtengan no sabemos qué productos. Y esto es lo que nos muestran como una gran conquista.

Finalmente, el gobierno dice que no hay que preocuparse, que por ahora lo que ha firmado es simplemente una Carta de Intenciones y que el Contrato de Venta de Gas se firmará después, cuando concluyan los estudios.

Y el Gerente de YPFB llegó a decir: cuando se construya el gasoducto. Es decir que podemos nosotros construir el gasoducto hasta la frontera, con una inversión de cientos de millones de dólares y si no llegamos a un acuerdo sobre el precio del gas con el Brasil, entonces, el Gerente de yacimientos ordena que se recoja la cañería y se la devuelva al vendedor. Esta es la explicación absurda que da el gobierno.

Pero la Carta de Intenciones dice, muy claramente, que el proyecto a estudiarse por una Comisión Mixta, tiene que estar terminado antes de Junio del próximo año. Que el Contrato de Venta, el contrato propiamente, debe definirse paralelamente para que termine simultáneamente con el proyecto y que las gestiones para encontrar financiamiento deben comenzar también de inmediato, es decir, la decisión del gobierno es acelerar este proyecto, concluirlo y consolidarlo antes de junio del próximo año.

Por eso, entre otras cosas, el gobierno no quiere elecciones en 1979. El gobierno quiere permanecer como tal, tanto tiempo como le sea necesario, para consolidar estos convenios internacionales que son repudiados por la mayoría nacional. Lo que no quiere es que un gobierno constitucional, con un parlamento en ejercicio, pueda fiscalizar los actos del gobierno, discutirlos y finalmente impedir esta nueva forma de entrega de las riquezas nacionales.

Yo creo que me detengo acá para absolver cualquier pregunta sobre el problema y poder aclarar, aún en mayor medida, este asunto, estoy a las órdenes de ustedes.

 

PREGUNTA 1 DEL PÚBLICO (Audio muy bajo)

 

Marcelo Quiroga Santa Cruz: El precio de venta convenido en el contrato con la Argentina en ese entonces, era de aproximadamente 25 centavos de dólar el millar de pies cúbicos. 25 centavos de dólar. Eso significa 5 pesos bolivianos el Mp3.

Pero a propósito de la pregunta yo quisiera darles una explicación más sobre esto del precio y sobre otro argumento del gobierno.

El gobierno dice, conviene al país vender gas al Brasil, porque por ahora vendemos solamente a la Argentina y no podemos quedar cautivos de un solo mercado. Si tenemos más de un cliente, podemos forzar a que los clientes nos paguen más. Si tenemos uno solo, vamos a tener que aceptar lo que nos pague solamente ese cliente.

Este es el argumento del gobierno. Vamos a ver si esto es verdad.

Actualmente Bolivia recibe, más o menos, en este momento, por cada millar de pies cúbicos 1,40 dólares, 1,50 dólares. Es una cifra variable, porque se calcula también el contenido húmedo y esto hace variar. No es una cifra exacta, pero tomemos en cuenta más o menos 1,40 el Mp3. Y de paso sostiene el gobierno que no hay precio de referencia internacional para el gas. Es decir, como si el gas, fuese un producto tan raro que solamente se venda de Bolivia a la Argentina. El gas se vende de muchos países, a muchos otros países y hace demasiado tiempo. Voy a dar un solo ejemplo, el caso de México.

México tiene un excedente exportable diario, es decir, tiene una cantidad de gas que tiene que vender afuera porque le sobra de 2 mil millones de pies cúbicos al día, es decir, alrededor de 15 o 16 veces la cantidad que se está exportando ahora a la Argentina.

Como ustedes saben México está colocado geográficamente en una situación muy desventajosa. Tiene al norte un solo país limítrofe: los Estados Unidos de América. Por eso un político mexicano dijo: pobre destino el de México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos. El vecino de México son los Estados Unidos de América hacia el norte, y hacia el sur son los países centroamericanos. Pero los países centroamericanos son muy pequeñitos. Su desarrollo industrial es insignificante. No pueden ser clientes para el gas mexicano. Entonces es un país que no tiene sino un cliente: Estados Unidos. No hay otro.

Hace un año, el gobierno de Echeverría, en México, a través de la empresa fiscal del petróleo que allí se llama PEMEX, que es igual que yacimientos de acá de Bolivia, suscribió un contrato con empresas norteamericanas del gas y del petróleo. Por ese contrato, las empresas iban a importar gas de México a 2,60 dólares el Mp3, 2,60, es decir, 1,20 más que lo que le paga actualmente la Argentina a Bolivia, por cada millar. Si ustedes multiplican eso por la cantidad que se vende a la Argentina, eso significa una pérdida para Bolivia de aproximadamente 300 mil dólares al día, o sea 9 millones de dólares al mes o 100 millones de dólares al año. Y nos habla el gobierno de que está defendiendo bien los intereses del país respecto a los precios.

Pero expliquemos más de la situación mexicana.

Después de firmado ese contrato a 2,60 dólares, el gobierno de Carter intervino y prohibió la ejecución del contrato. Dijo que a esos precios, eso iba a provocar una inflación dentro de los Estados Unidos. Y ahora se está discutiendo ese asunto en el senado norteamericano.

¿Cuáles son los antecedentes?

Estados Unidos importa hace tiempo gas del Canadá, a su vez del norte, y paga por ese gas 2,20, 2,30 dólares, pero a México le quería pagar el gobierno de Estados Unidos solamente un 1,75.

Qué hizo el gobierno de México. Dijo no, mientras no se pague el precio de 2,60 dólares, que es el que nosotros consideramos justo, no vamos a vender 1 millar de pies cúbicos, nada absolutamente a los Estados Unidos. Y se trata de un país que sí está cautivo de un mercado, porque México necesita para extender el gasoducto hacia la frontera norteamericana de una inversión cuantiosa. Aproximadamente lo que necesita de préstamo de los bancos norteamericanos son unos 600 millones de dólares, fuera del aporte que tiene que hacer México. En total su inversión sería de mil millones de dólares para tender el gasoducto.

Cómo podría utilizar ese gas si no lo vende a Estados Unidos. Tendría que hacer grandes barcos que transporten el gas licuado para llevarlo hasta Europa y eso significa una inversión de 7 mil millones de dólares.

No obstante esa situación, estar México atrapado por un solo  mercado, estar sometido a presión y el chantaje de los organismos de crédito de los Bancos, ese gobierno dice no: preferimos no vender una gota de gas, no lo vamos hacer mientras no se pague los precios debidos.

¿Cuál es el caso de Bolivia?

Es completamente distinto. Nuestro país está rodeado de cinco países, no de uno. De cinco, y los cinco necesitan importar gas y petróleo porque no tienen suficiente. Tenemos cinco clientes, no uno, pero además, los términos como acabo de explicar en que ha convenido la Carta de Intenciones con el Brasil, en lo que hace al precio y la revisión, no pueden ser peores.

 

Brasileñización de Bolivia

 

De modo que aquí está la prueba documental de que el gobierno ha llegado a esta negociación con el Brasil, no tanto por razones económicas, sino políticas.

Se trata de preacuerdos políticos internacionales, porque el régimen del Brasil ha recibido del imperialismo norteamericano la misión delegada de contener el proceso revolucionario en América Latina y en el cono sur. Y por eso la política de nuestro gobierno, desde 1971, es una política de absoluto sometimiento a los intereses del gobierno brasileño. Y podemos dar no uno, sino muchos ejemplos y pruebas de esto que acabo de decir.

Recuerden ustedes, por ejemplo, la pérdida de una importante fracción territorial en la zona fronteriza. Las constantes denuncias de pobladores de la frontera sobre la penetración lenta del Brasil. La imposición de su lengua, de su idioma, de sus costumbres. La brasileñización del propio territorio boliviano, sin una voz de protesta del gobierno de Bolivia. La edición de estampillas celebrando el natalicio del gran usurpador brasileño, sin una voz de protesta del gobierno de Bolivia.

Vean ustedes en el comercio, actualmente, si no está inundado de productos brasileños de mala calidad. Hay un déficit, en la balanza comercial, entre el Brasil y Bolivia que se acerca a los 100 millones de dólares, es decir, Bolivia importa 100 millones de dólares más que el valor de lo que exporta al Brasil cada año. ¿En qué cosas? Escarbadientes. ¿Son necesarios al pueblo de Bolivia, escarbadientes traídos del Brasil? ¿Es aceptable que un gobierno que se dice defensor de los intereses nacionales, destine los pocos dólares que han sido conseguidos con el esfuerzo de los trabajadores, con la liquidación de esa riqueza no renovable que es el petróleo, que es el gas, que es el estaño, que es el wolfran para traer escarbadientes, para traer whisky escocés, para traer caramelos de Inglaterra?

Esta es la política de los gobiernos militares que está liquidando la situación económica de nuestro país y arrastrando a la miseria a las masas trabajadoras.

 

PREGUNTA 2 DEL PÚBLICO (Audio muy bajo)

 

Marcelo Quiroga Santa Cruz: (…) 1980, quiere decir que se irá antes de que se termine inclusive la construcción del gasoducto, por lo tanto, es un gobierno que no podrá utilizar los ingresos económicos provenientes de la exportación del gas.

Hay que preguntarse entonces ¿por qué esta prisa?, ¿por qué esa desesperación por consolidar el acuerdo con el Brasil? Por lo que explicábamos hace un momento: para prestarse dinero hay que demostrar que se tiene ingresos como para respaldar los nuevos créditos.

El gobierno de Bolivia, en este momento, necesita prestarse más dinero, seguir aumentando la deuda externa que ya se va aproximando peligrosamente a los 3.000 millones de dólares. Y para prestarse más dinero, necesita probar a los banqueros internacionales que dentro de pocos años vamos a comenzar a recibir más ingresos, provenientes de la exportación del gas.

Esta es una de las razones substanciales en el aspecto económico.

En el aspecto político, es lo que acabo de decir también: es la imposición de un gobierno, el del Brasil, respecto del cual el nuestro ha logrado colocarse en posición absolutamente de sujeción. Esas serían las dos explicaciones fundamentales.

Pero además hay otra.

Ustedes saben que de las 19 compañías privadas extranjeras que llegaron al país, atraídas por la Ley de Hidrocarburos, quedan muy pocas que han encontrado algo. Solamente 2 de las 19. Una de ellas, Occidental, una compañía norteamericana. Esta compañía ha encontrado muy poco petróleo, su producción diaria es aproximadamente de unos 2.500, 2.700 barriles, no más. Es insignificante. Y un poco más de gas.

YPFB está al borde del colapso, al borde de la banca rota. Tiene una deuda externa, solamente YPFB, que es igual al 70% de toda la deuda externa del país, acumulada en su historia, hasta 1971. Sólo yacimientos, por concepto de intereses, en la gestión última, ha tenido que pagar 26 millones de dólares, solamente por intereses. El mercado interno no le da utilidades a yacimientos, le da pérdidas, porque es un precio subvencionado. El mercado internacional le daba utilidades, pero como ya no exportamos más petróleo, también disminuyen los ingresos y entonces realmente YPFB se está aproximando a una situación insostenible.

En esa situación de catástrofe para yacimientos, resulta que hace muchos meses, en secreto como siempre, yacimientos renunció a una parte del volumen de gas que exportaba a la Argentina y le cedió una parte a esta compañía norteamericana Occidental, es decir, que por la tubería por la que va el gas a la Argentina, en lugar de los 150 Mp3 que debía vender yacimientos y cobrar, una parte de esos 150 millones, era gas de la Occidental, que lo cobraba la Occidental, disminuyendo los ingresos de yacimientos.

¿Me preguntará el compañero y cómo se explica eso?, ¿por qué? Tendríamos que preguntarnos cómo se explica que el gerente de yacimientos ahora sea el ingeniero Luis Salinas, y uno de los principales administradores de esa compañía norteamericana, beneficiaria de esta operación, sea el hermano del ingeniero salinas.

 

PREGUNTA 3 DEL PÚBLICO (Audio muy bajo)

 

Marcelo Quiroga Santa Cruz: Yo le agradezco al compañero que me haya recordado esto porque es una buena ocasión para referirme una vez más al asunto.

El jueves de la semana pasada estuve en Cochabamba, en un foro organizado por la Federación Universitaria Local, sobre este mismo tema que estamos tratando ahora. En esa ocasión, como en muchas otras anteriormente, ya esclarecí este asunto y dije que estaba dispuesto a viajar a Santa Cruz, siempre que el Comité pro Santa Cruz me brinde la misma tribuna que había brindado a los representantes del gobierno y que yo estaba resuelto a viajar allá y discutir públicamente con ellos esta negociación del gas.

Al día siguiente, viernes, vi en el periódico Presencia aquí de La Paz, justamente, la primera declaración del presidente de ese Comité pro Santa Cruz, un médico de apellido Santiesteban. Él decía, en esa su declaración, que yo era el principal responsable de este contrato de venta de gas a la Argentina, que además yo había recomendado, había aconsejado, el precio mínimo y que me había opuesto a todas las demandas que se habían hecho por sectores democráticos, en fin, para impedir ese contrato.

Respondí de inmediato y dije que el doctor Santiesteban probablemente estaba siendo utilizado o obraba con la mayor mala fe. Que ese contrato como lo he dicho hace un momento ha sido firmado durante el gobierno de Barrientos Ortuño por los funcionarios cuyos nombres he mencionado. Ese contrato fue suscrito exactamente el 23 de mayo de 1968 y consolidado por notas reversales del 5 de agosto de 1968.

 

Contrato de gas a Argentina

 

Para aquellos compañeros trabajadores que no sean muy jóvenes y aquellos que no tengan muy mala memoria, recordarán que el año 1968, quién les habla, era diputado. Estaba combatiendo contra ese gobierno, desde el año 66, en defensa del gas y el petróleo. Fue expulsado de la cámara ese año 68, arrancado del Palacio de Justicia, llevado al campo de concentración de Madidi y encarcelado hasta después de la  muerte del general Barrientos. Y, sin embargo, el Comité pro Santa Cruz me responsabiliza de ser autor de ese decreto. Cuando dije esto, entonces, los del Comité pro Santa Cruz necesitaron cinco días para poder pensar una otra respuesta y es la que se ha publicado hoy día en forma de solicitada.

Ahí se dice que yo soy responsable del decreto, cuya fecha acaba de mencionar el compañero, de abril de 1970. Evidentemente en esa fecha yo estaba en el ministerio de Minas y Petróleo, función desde la cual cumplí lo que había dicho a lo largo de mi lucha, es decir, la nacionalización del petróleo.

¿Cuál es ese decreto al que se refieren? Yo voy a tratar de explicarles, de la manera más breve y sencilla la situación.

Dije hace un momento que el 90% del gas, antes de la nacionalización del petróleo, estaba en poder de la Gulf y solamente el 10% en poder de yacimientos. Gulf mandó a sus personeros a la Argentina para ofrecer en venta el gas que tenía a la empresa de gas del estado de la Argentina. Cuando acá fue descubierta esta operación, yacimientos intervino y reclamó que también yacimientos quería vender su gas. Gracias a la presión que se ejerció en ese momento en el parlamento, la tribuna universitaria, y los sectores populares, se obligó a que se formara por lo menos una sociedad, y se hizo una sociedad entre yacimientos y la Gulf.

Estos dos socios firmaron el Contrato del gas con el gobierno Argentino y en ese contrato se decía lo siguiente: cada uno de los socios aportará el 50% de gas, 50% Gulf y 50% YPFB, durante veinte años. Y en una cláusula se decía: si alguna de las dos empresas, no está en condiciones de aportar el 50% que le corresponde, la otra venderá el 100% de todo el gas.

Pero como el 90% del gas del país estaba en manos de Gulf y solamente el 10% en manos de yacimientos, lo que habría ocurrido es que a los pocos meses de iniciada la exportación, solamente Gulf habría exportado gas durante 20 años.

Se produce la nacionalización del petróleo y de inmediato recordarán, los que en ese entonces se interesaban en estos problemas, se tomaron las siguientes medidas de represalia contra Bolivia: la Gulf mediante un organismo judicial norteamericano pidió el embargo de toda exportación de petróleo y de gas boliviano; el gobierno Argentino ordenó que se detuvieran todos los materiales que venían para la construcción del gasoducto y quedaron detenidos en la Argentina. Parte del material quedó detenido en Arica por el gobierno de Chile. De modo que en el gasoducto en el que ya se había hecho una gran inversión, la tubería que estaba tendida en su mayor parte, quedaba paralizada e inútil. Y otra cláusula del contrato decía que si no comenzaba la exportación el 1 de mayo de 1971, se rescindía el contrato.

Rescindido el contrato, Bolivia habría quedado con una tubería inútil y una inversión ociosa. Fue entonces que nosotros exigimos del gobierno argentino el respeto de sus compromisos. El gobierno argentino respondió: no, nosotros hemos firmado contrato con una empresa mixta donde está yacimientos y está Gulf, pero ahora Gulf ya no está, de modo que este contrato no podemos nosotros respetarlo. (Era) parte del boicot internacional.

Entonces nosotros esgrimimos aquella cláusula de que yo les he hablado hace un momento. Le dijimos: no, aquí hay una cláusula que dice que si una de las partes no puede aportar su 50%, la otra aporta todo. Gulf ya no puede aportar su parte, hemos expulsado del país a la empresa norteamericana y ustedes están en la obligación de cumplir.

Se refiere a eso, esta solicitada, pero, además, el compañero que les habla nunca firmó ni siquiera ese decreto. Ese es un decreto que autoriza a yacimientos a ratificar ese Convenio. Jamás mi firma estuvo en ninguno de esos documentos.

Yo quisiera referirme, finalmente compañeros, a otra parte de esa misma solicitad que no ha sido mencionada por el compañero. Ahí el Comité pro Santa Cruz dice: ¿por qué el señor Quiroga Santa Cruz, que se decía ministro revolucionario en ese entonces, permitió, dice, la cuantiosa indemnización a la Gulf. ¿Verdad que dice eso la Solicitada?

Bien. El decreto de indemnización a la Gulf, compañeros, se aprueba en septiembre de 1970. Quién les habla renunció del gobierno, el 18 de mayo de ese año. Pero no solamente eso, cuando se aprobó el decreto de indemnización a la Gulf, escribí en Presencia una serie de 5 notas extensas de estudio sobre el decreto, denunciándolo y calificándolo del Acta de Transacción con los intereses imperialistas. Eso ha sido publicado en un folleto por la Universidad de San Andrés y tengo en mi poder muchos ejemplares para los compañeros que quieran ver. A raíz de ello es que el gobierno de ese entonces calificó mi actitud propiamente de traición a la patria. Combatí ese decreto y demostré la inconveniencia de indemnización a la Gulf.

Y, finalmente, para terminar el asunto, les anuncio a ustedes compañeros que pasado mañana en el primer avión yo viajo a Santa Cruz. Voy hacerme presente allí y discutir con los miembros del  Comité por Santa Cruz la negociación sobre el gas y demostrar la inconveniencia económica y política para el país.

 

PREGUNTA 4 DEL PÚBLICO (Audio muy bajo)

 

Marcelo Quiroga Santa Cruz: Desde luego, la situación a este respecto, se presenta sumamente difícil al pueblo de Bolivia. Quienes están gobernando al país lo hacen sobre la base del respaldo que les brinda una institución de fuerza, como son las Fuerzas Armadas. Sin embargo, hay una cierta recuperación de la vida democrática del país, gracias al empuje de las masas, a su decisión de lucha y pienso que es a partir de esta nueva situación que hay que desarrollar toda una estrategia de lucha para preservar los intereses nacionales.

 

Defensa integral de Bolivia

 

Habría que comenzar por considerar que el proceso de democratización no puede ser entendido solamente como elecciones para constituir los poderes del estado, sino como parte de todo un proceso, que involucra también la defensa de la economía popular, de la soberanía nacional y de los recursos naturales.

La situación, compañeros, que se presenta, no dentro de pocos meses, que se presentará dentro de pocos días es de la mayor gravedad: el alza de los precios de los carburantes es inevitable y está muy próxima. Ustedes saben lo que ocurre cuando se aumenta el precio de los carburantes: de inmediato suben los pasajes para el transporte colectivo de personas, sube el transporte de carga de materiales, suben todos los productos familiares, todo lo que compone la canasta familiar. Se produce un encarecimiento del costo de la vida.

El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han recomendado al gobierno la congelación de los sueldos y salarios, además, una nueva devaluación monetaria también es inevitable.

Hasta este momento se está impidiendo la devaluación sólo por el precio excepcional que ha alcanzado el estaño en el mercado mundial, pero ya ven ustedes que en una semana ha descendido de 7,50 dólares a menos de 7 dólares. Hay una nueva tendencia al descenso.

Entonces imagínense ustedes la situación, con congelamiento de sueldos y salarios, con aumento del precio de los carburantes, con una nueva devaluación monetaria, vendrá aún, espontáneamente, la protesta popular y vendrá también, en consecuencia, la represión, para imponer al pueblo medidas que hagan posible preservar el margen de rentabilidad y de utilidad de las empresas que controlan el poder, de la burguesía exportadora.

Por eso decía hace un momento, es muy importante acelerar la reorganización del movimiento obrero, es necesario entender que nuestra lucha, a partir de las bases, debe orientarse no solamente en demanda de elecciones, sino en defensa de la economía popular, de la soberanía nacional, de los recursos naturales, es una defensa integral y que no puede ser solamente realizada a base de discursos o de la elaboración de documentos. Tiene que comenzar a traducirse en la presencia activa y democrática de las masas en las calles.

El pueblo tiene que resolver, demostrar a este régimen de gobierno, que no está dispuesto a tolerar la subasta de sus recursos no renovables, ni el sometimiento de las masas a una condición de hambre. Es la decisión de las masas, finalmente, la que va impedir la consumación de este proyecto económico.

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